Valora las huellas de Vidaurre localizadas en la parte interior de la cinta adhesiva que sujetaba las pancartas
MADRID, 30 Ene. (EUROPA PRESS) -
La Audiencia Nacional ha condenado a un año de cárcel por un delito de enaltecimiento del terrorismo a Xavier Vidaurre Sanz por colgar en septiembre de 2010 en Galdakao (Vizcaya) unas pancartas en las que aparecían anagramas de Segi y fotos de una quincena de etarras, entre ellas las de los dirigentes Xabier García Gaztelu, alias 'Txapote', o Francisco Javier López Peña, 'Thierry'.
La Sección Cuarta de la Sala de lo Penal impone a Vidaurre, sin antecedentes penales, una pena de un año de cárcel y otra de siete años de inhabilitación absoluta al entender que la colocación de esas imágenes demuestra que "aprobaba" y veía "loable" los actos de los etarras fotografiados, por lo que pretendía homenajearles.
Pese a no haberse acreditado que el acusado rellenara el texto de las pancartas --en las que se reclamaba la salida de prisión de los etarras--, la participación en la confección y exhibición de las mismas en septiembre de 2010 en el recinto de fiestas de Galdakao (Vizcaya) es suficiente para atribuirle un delito de enaltecimiento.
"El tribunal no ha llegado a la conclusión de que el acusado sea el autor material y directo de los textos de las pancartas, sino que se ha quedado un paso más atrás, en la participación de su elaboración, penalmente suficiente para ser considerado autor", explica la sentencia, de la que ha sido ponente la magistrada Carmen Paloma González Pastor.
La condena se ha basado en la pericial que demostró "sin duda alguna" la autoría de Vidaurre. El análisis lofoscópico arrojó sus huellas en la parte adhesiva del papel-celo que sujetaba las pancartas. "Sólo aquel que desenrosca y pega la cinta es el que ha podido dejar esas huellas en la zona pegajosa", atestiguó un perito durante el juicio.
NINGÚN "LAZO DE AMISTAD" CON LOS FOTOGRAFIADOS
La sentencia recuerda que el acusado reconoció su presencia en el recinto ferial y que fue detenido al mes siguiente de los hechos por su presunta integración en la organización terrorista Segi. Añade que en la colocación de las pancartas se aprovechó "la oscuridad de la noche", como afirmó una testigo, y que se escogió un lugar con afluencia de público para "incrementar su exaltación".
La defensa de Vidaurre, que pedía su libre absolución, alegó que las fotos no siempre implican alabanza como demuestra que las Fuerzas de Seguridad utilicen las imágenes de miembros de ETA para su captura. "Obviamente, el acusado al colaborar en la elaboración de los carteles, no pretendía buscarlos, bien sabía donde se hallaban", responde el tribunal.
Niega también que el propósito fuera el de demostrar cariño y recuerdo hacia quienes aparecían en las imágenes puesto que no hay constancia de ningún lazo de amistas y los eslóganes no corroboraban esa idea.
