Dice que "el problema hay que resolverlo en el País Vasco" y que si el PP hubiera apoyado la tregua las cosas serían distintas
BARCELONA, 19 Nov. (EUROPA PRESS) -
El ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, calificó hoy de "disparate" las informaciones que apuntaban hoy a que el PSE se reunió con miembros de ETA en octubre, y aseguró que "no hay reuniones" con la banda. "¿Pero cómo va a haber reuniones si estamos en plena confrontación?", dijo.
Rubalcaba señaló además que "si uno ve la noticia" en cuestión "ve que es un disparate y un dislate", en alusión a la información relativa a un supuesto informe policial que reporta una reunión entre el PSE y miembros de ETA.
"EL PP HA SUAVIZADO EL TONO".
El ministro lamentó que, mientras el PP en general "ha suavizado el tono" en el debate sobre ETA, haya dirigentes como la presidenta del PP en el País Vasco, María San Gil, que --dijo-- "alimenten" debates como éste. Rubalcaba contrastó esta actitud con la del PSOE cuando estuvo en la oposición, señalando que "a nadie se le ocurrió jamás decir que la ETA de 2000 se había hecho más fuerte por la tregua y el diálogo del Gobierno Aznar". "Ni se nos pasó por la cabeza", apostilló.
Rubalcaba, que no habló de ETA en su intervención inicial ante el foro Tribuna Barcelona, fue interpelado al respecto en el coloquio posterior, en el que aseguró que si el Gobierno del PSOE, en el proceso de negociación con ETA, no acercó a presos terroristas a las cárceles del País Vasco "fue porque ETA no lo pidió".
"ETA jamás se preocupó por sus presos durante todo el proceso de diálogo en el País Vasco; casi diría que se preocupó por todo menos por sus presos", afirmó Rubalcaba, señalando que si éste "parecía que no era un problema acuciante" para la banda, el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero no se vio obligado a llevarlo a cabo.
"Parecía que querían empezar el diálogo por otro lado, y nosotros por eso fuimos respetuosos con sus propuestas", afirmó.
"LAS COSAS NO HUBIERAN SIDO IGUAL CON EL APOYO DEL PP".
Rubalcaba se mostró convencido de que, en la tregua de ETA de esta legislatura, "las cosas no hubieran sido iguales" si el PP "hubiera apoyado al Gobierno del PSOE y se hubiera comportado como lo hizo el PSOE" con el Gobierno de José María Aznar cuando éste dialogó con ETA.
El ministro señaló que ésta es una de las dudas a las que da "más vueltas" cuando se interroga sobre qué hubiera podido hacerse para que el resultado de la tregua fuera distinto: "¿Qué hubiera pasado si el PP nos hubiera apoyado?".
Por ello, aseguró que le cuesta mucho "callarse" ante acusaciones como las de San Gil. "Porque recuerdo bien lo que ocurrió en la tregua de 1998 y 1999 de ETA y el diálogo del presidente José María Aznar, y recuerdo que este diálogo tenía un punto de partida muy complejo porque el llamado precio político en aquel diálogo se había pagado ya, dado que era el pacto de Estella".
"El pacto de Estella es un pacto de los nacionalistas para que ETA dejara de matar a cambio de ese pacto, y cuando el Estado entra a negociar ya tiene las manos atadas a la espalda", afirmó, aunque consideró que, "a pesar de todo, Aznar hizo bien en intentarlo".
"ETA TIENE MIEDO A LA VOLUNTAD VASCA".
Tras haber conducido "18 meses de diálogo con ETA", el ministro dijo haber sacado una conclusión: que "el problema de ETA es que tiene miedo a aquello que reclama sistemáticamente, que es la voluntad de decisión de los vascos".
Para Rubalcaba, la banda terrorista "quiere conseguir en una mesa de diálogo cosas que en democracia sólo pueden conseguir los ciudadanos, porque sabe que los ciudadanos dirían que no a sus pretensiones".
El segundo problema del proceso, según Rubalcaba, fue "la debilidad" de Batasuna, de la que dijo que "no es ni el chico de los recados de ETA" y ni siquiera "un apéndice" de la banda, algo que, señaló, "dificulta mucho el proceso".
BATASUNA NO ES EL SINN FÉIN.
Rubalcaba dijo sentir "perplejidad" cuando desde Batasuna "se invoca el proceso irlandés", dado que Batasuna no tiene "nada que ver con el Sinn Féin" ni mantiene con ETA "una relación parecida a la que mantenía el IRA y el Sinn Féin".
El ministro señaló que lo lógico en el proceso de tregua y negociación con ETA de esta legislatura hubiera sido que ETA "hubiera ido bajando en presencia y Batasuna subiendo, como vasos comunicantes", mientras que ocurrió "justo lo contrario".
"ETA fue progresivamente invadiendo el terreno que Batasuna ni supo, ni quiso, ni pudo defender", denunció Rubalcaba, convencido de que "eso los vascos lo tienen que saber".
El ministro del Interior se mostró convencido de que "el problema de ETA hay que resolverlo fundamentalmente en el País Vasco", subrayando que respecto a eso "en Madrid hay una percepción equivocada". "Quien crea que el problema se resuelve en la Carrera de San Jerónimo --dónde se encuentra el Congreso-- es que no ha entendido nada", afirmó.
Preguntado sobre el derecho de autodeterminación de los pueblos, Rubalcaba defendió que "todos los pueblos deciden su futuro" cada vez que van a votar, y consideró que esta práctica "sólo tiene la limitación" de la Constitución, en tanto que es el "marco acordado por todos".
"Este es el juego de los derechos, que hay que ejercerlo en el marco de la Constitución; no hay más que esa limitación, la que todos hemos acordado", afirmó.
