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BRUSELAS, 26 Feb. (EUROPA PRESS) -
Varios eurodiputados españoles han acusado este martes al eurodiputado laborista británico Claude Moraes, elegido negociador del Parlamento Europeo en la reforma de las normas de visados para eximir a Reino Unido de este requisito, de bloquear el acuerdo por sus rechazo a definir Gibraltar como "colonia", tal y como proponen los Veintisiete a instancias de España, y le han exigido que acepte la redacción del texto en su estado actual.
Moraes, que es presidente de la comisión europarlamentaria de Justicia e Interior (LIBE), ha reaccionado negando parcialidad y recordando que fue designado por los propios eurodiputados para defender una posición que no hace mención alguna a Gibraltar y que este mandato fue adoptado por "unanimidad" y sin que se presentara "enmienda alguna" para incluir alusiones al Peñón.
El eurodiputado británico también ha rechazado que exista una situación de bloqueo, a pesar de que el asunto de Gibraltar sea el último escollo de una negociación que se alarga ya durante un mes, para reformar un reglamento que en otros casos se ha modificado tras una negociación de apenas días.
Moraes liderará el miércoles la cuarta ronda de negociación con los Veintisiete y la Comisión para tratar de hallar una solución y, según ha dicho en el debate con el resto de eurodiputados, planteará una nueva formulación para referirse a Gibraltar y al contencioso que sobre él enfrenta a España y Reino Unido, si bien no ha aclarado cuál.
PP AVISA DE UNA "CACICADA"
El eurodiputado del Partido Popular Agustín Díaz de Mera ha pedido a Moraes que se retire como negociador para dejar paso a otro eurodiputado que no sea británico y le ha avisado de que de lo contrario, será responsable de una "cacicada", que es lo que define una "desviación de poder y abuso de posición dominante".
Díaz de Mera ha criticado que no fuera él el designado para llevar esta negociación a pesar de su acreditada experiencia en otros dosieres similares. También, que los intereses del bloque en este caso los defienda un eurodiputado de un país que no pertenece al espacio sin fronteras Schengen y que a partir del Brexit será país tercero.
Ante el argumento de Moraes de que la posición que defiende fue aprobada con la unanimidad de 53 votos a favor, Día de Mera ha replicado que dicho mandato se limita a declarar Reino Unido como país tercero y condicionar a reciprocidad la exención de visados, pero con ello "no está legitimado" para "bloquear" lo que defienden los Estados miembros.
La también 'popular' Teresa Jiménez Becerril ha echado en cara a Reino Unido estar "manipulando la polémica" y "saboteando" el acuerdo, mientras que su colega Rosa Estars ha pedido a Moraes que no "rompa" uno de los valores de la Unión Europea, que es atenerse a la "verdad".
El socialista Juan Fernando López Aguilar, por su parte, ha subrayado que la redacción de la nota a pie de página que se refiere a Gibraltar en la reforma, tal y como la recoge el Consejo, es una formulación que recoge "por unanimidad una situación que no es novedosa" y que resulta "coherente" con la jurisprudencia del Tribunal de Justicia de la UE y del Derecho internacional.
"Lo que procede es hacer un ejercicio de flexibilidad para conseguir una posición que desbloquee el objetivo, que es eximir de visados", ha dicho López Aguilar, para reclamar después que respete la posición del Consejo.
La eurodiputada de UPyD, Maite Pagazaurtundúa, por su parte, ha sostenido que definir Gibraltar como una colonia de la Corona británica "no es una reclamación superficial y extemporánea", sino una cuestión jurídica con componente político de la que tiene que quedar constancia.
A pesar de las críticas expuestas por los eurodiputados españoles contra Moraes, el resto de intervinientes del debate se han unido en el respaldo del negociador británico y subrayado que está actuando de acuerdo al mandato que le dieron los eurodiputados.
Es el caso, por ejemplo, del liberal checo Petr Jezek, que forma parte del equipo negociador de Moraes, quien ha criticado el enfoque "inflexible" de España y ha avisado de que el punto muerto en que se encuentra la negociación es un "terreno peligroso" para británicos y europeos, si llega el Brexit sin acuerdo y no hay prevista una solución para los visados.
Jezek ha echado en cara las críticas de los eurodiputados españoles cuando todos ellos, "también Díaz de Mera y López Aguilar", aprobaron la posición sin enmiendas que ahora defiende Moraes. "Si aceptamos esto, podemos desmontar esta comisión e irnos a esquiar", ha advertido.
REFORMA URGENTE PARA UN BREXIT SIN ACUERDO
La tramitación de esta reforma es urgente porque se trata de prever medidas de contingencia para un posible Brexit caótico, que llegará el próximo 29 de marzo si Reino Unido deja la Unión Europea sin un acuerdo sobre las condiciones del divorcio.
En caso de un Brexit sin acuerdo, la exención se aplicará a partir del 30 de marzo de 2019, primer día en que Reino Unido será un país tercero para la UE. Pero si la desconexión se produce bajo el paraguas del acuerdo de salida, que prevé un periodo de transición de hasta dos años, la medida se reservará hasta esa fecha.
Si finalmente el bloque comunitario incluye a Reino Unido en la lista de países exentos de visado de corta duración, sus ciudadanos podrán viajar sin el prerrequisito de este permiso y permanecer dentro de la zona sin fronteras Schengen durante un máximo de 90 días, en un periodo de 180 días.
Los gobiernos pactaron a principios de mes una formulación de la reforma con una nota a pie de página en la que se advierte que "Gibraltar es una colonia de la Corona británica", sobre la que existe una "disputa" entre España y Reino Unido y cuya "controversia" debe hallar una solución "a la luz de las resoluciones relevantes y decisiones de la Asamblea General de Naciones Unidas".
La redacción acordada por los Estados miembros provocó el malestar de Reino Unido --que no pudo votar en contra porque no pertenece al espacio sin fronteras Schengen que rige en este reglamento--, pero cuenta con el visto bueno de la Comisión Europea, que tampoco hizo referencia directa a Gibraltar en su primera propuesta.
La referencia a Gibraltar como colonia británica es una reivindicación de España que quiere dejar claro en los textos europeos que la situación jurídica del territorio --cuando se produzca el Brexit, y deje por tanto de aplicarse el Derecho europeo-- deberá de volver a enmarcarse dentro de las resoluciones de Naciones Unidas.