Expertos antiterroristas vinculan la kale borroka a grupos críticos abertzales

Actualizado: martes, 10 diciembre 2013 18:45

Pese a las excarcelaciones por la derogación de la Parot, las últimas protestas han estado centradas en los presos que siguen dentro

   MADRID, 10 Dic. (EUROPA PRESS) -

   Expertos en la lucha antiterrorista vinculan el rebrote de actos de 'kale borroka' en el País Vasco a sectores abertzales críticos con la línea oficial y fuera del control de los actuales dirigentes del entorno proetarra. Estas fuentes creen además que no se trata de hechos puntales, sino que tienen vocación de mantenerse como una medida de protesta habitual contra el Gobierno pese a que estas actitudes son oficialmente rechazadas por Sortu en sus estatutos, según han informado a Europa Press fuentes de la lucha antiterrorista.

   A lo largo del año 2013 se han producido algo más de una veintena de actos de 'kale borroka' o actuaciones de presión y hostigamiento contra sedes de partidos políticos en el País Vasco. Las primeras acciones tuvieron lugar en abril. Hasta ahora se habían manifestado muy esparcidas en el tiempo. Consistían básicamente en quema de contenedores y ataques contra cajeros automáticos, en algunos casos con cócteles molotov.

   También coincidiendo con el 'Gudari Eguna', radicales atacaron un repetidor en Sopelana. No obstante, la mitad de los actos de 'kale borroka' han estado concentrados sólo entre noviembre y diciembre, enfocados en su mayoría contra sedes de partidos políticos y en su mayoría en Vizcaya.

'ELEKA' E 'IBIL', GRUPOS DISIDENTES

   En esa provincia vasca es donde se ubica un movimiento crítico dentro de la izquierda abertzale llamado ELEKA. El entorno del histórico brazo político de ETA alberga en su seno otro movimiento como IBIL, unas siglas en torno a las que se organiza una corriente favorable a seguir con la lucha armada, según informan a Europa Press altos representantes de la lucha antiterrorista.

   Estas fuentes explican que, para esta corriente, la actual estrategia de la izquierda abertzale supone una humillación y consideran que lo que se ha hecho ha sido "ponerse de rodillas" ante el Estado. Estos movimientos no son de nueva creación, pero sí han ganado cierta relevancia en los últimos tiempos.

   En cualquier caso se trata de corrientes todavía minoritarias dentro de la izquierda abertzale sin capacidad para forzar cambios en la estrategia considerada posibilista, aunque sí generan problemas internos en la izquierda abertzale. De hechos sus dirigentes no han sido capaces de dar una respuesta unitaria a las acciones violentas.

MENSAJES CONTRADICTORIOS

   Mientras que el histórico Joseba Permach manifestó "de forma clara y nítida", su "más absoluto rechazo" al ataque contra la sede del PP de Baracaldo, oficialmente Sortu difundió un comunicado en el que mostraba sus "dudas" sobre la autoría de los ataques perpetrados en las últimas semanas y responsabilizaba de ello a miembros de las fuerzas policiales o "infiltrados".

   Eso a pesar de que Ernai, las juventudes oficiosas del partido abertzale y sucesoras de Segi hayan colgado en la red social de videos 'Youtube' un video en el que se ve a un grupo de encapuchados perpetrar el ataque contra el Ayuntamiento de Basauri coincidiendo con el día de la Constitución. El documento difundido en Internet se titula 'Abenduak 6 Jai Egun Arrotza!!' (6 de diciembre, día festivo ajeno).

   Las diferencias entre los más jóvenes del entorno radical y sus dirigentes tampoco son nuevas. Ya se manifestaron a unos niveles muy internos con motivo de los primeros 'muros populares', la medida de protesta empleada ahora por la izquierda abertzale que consiste en prestar apoyo y cobertura a personas condenadas por delitos terroristas y tratar de boicotear su detención.

   Según han informado a Europa Press fuentes conocedoras de los movimientos en la izquierda abertzale, cuando tuvo lugar la primera iniciativa de este tipo llevada a cabo en abril en el Boulevard de San Sebastián para evitar el arresto de varios miembros de Segi, muchos jóvenes radicales no comprendieron que sus dirigentes les instasen a no enfrentarse a la Ertzaintza para no dar lugar a incidentes graves.

   Una sensación parecida se experimentó en círculos de ese mundo después de que el presidente de Sortu, Hasier Arraiz, pidiese reducir las muestras de euforia con los excarcelados tras la derogación de la doctrina Parot. La consigna se ha cumplido mayoritariamente, pero de nuevo ha habido una minoría de casos en los que sí se celebró el regreso de algunos terroristas.

   Son más de sesenta los presos de ETA que se han visto beneficiados por la decisión de Estrasburgo, algunos de una gran relevancia e influencia interna en el entorno proetarra como Lorenzo Lasa Mitxelena, alias 'Txikierdi', quien abandonó este lunes la prisión de Sevilla. Además de llegar a ser jefe de 'comandos' de la banda, ejerció durante casi dos décadas la portavocía del Colectivo de Presos de ETA.

SALIDA REPENTINA DE PRESOS HISTÓRICOS

   Fuentes de la lucha antiterrorista se muestran interesados en conocer el acople que tendrían de forma repentina terroristas de vieja guardia en la actual izquierda abertzale y la influencia que su autoridad podría tener en futuras estrategias o si aceptarán las directrices de sus nuevos dirigentes con una "hoja de servicios" a la causa mucho más reducida.

   Pese a la salida de prisión de decenas de presos en poco más de dos meses, la mayoría de los actos de los últimas semanas han tenido en el centro de sus protestas a los internos de la banda que aún siguen en las prisiones. Este es un frente fundamental para la izquierda abertzale y en el que la abogada Arantza Zulueta --encuadrada en el sector más duro-- sigue teniendo una gran influencia y autonomía propia, según las fuentes consultadas.

   Varios de los ataques del pasado mes de noviembre contenían muestras de apoyo a los presos de la cárcel de Sevilla que iniciaron una huelga de hambre para exigir mejores condiciones en prisión y la reunificación de todos los internos de la banda ('Txikierdi' entre ellos). Ante esta protestas, la coalición abertzale Amaiur pasó del perfil bajo a implicarse de manera personal cuando la huelga de hambre ya llevaba en marcha más de 20 días.