GRANADA, 21 Abr. (EUROPA PRESS) -
La familia de Mónica Carrión, la joven de 18 años que murió presuntamente a manos de su novio en Otura (Granada) el pasado 19 de julio de 2011, pide para su presunto asesino la pena máxima, de 23 años de prisión, por un delito de asesinato, con las agravantes de parentesco, alevosía y ensañamiento, teniendo en cuenta que el informe forense desveló que sufrió más de 200 lesiones. Asimismo, la acusación particular pide una indemnización de un total de 190.000 euros para los padres y los hermanos de la fallecida y una orden de alejamiento por un periodo de 33 años.
En el caso, además de Fiscalía y la familia, están personados como acusación la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Otura, que se han adherido parcialmente a la solicitud de la acusación particular. Una vez que todas las partes terminen de redactar sus escritos de calificación, según ha explicado a Europa Press el letrado de la familia, Soliman Amed, el juicio, que se está tramitando como un procedimiento de la Ley del Jurado, se tendrá que señalar para su celebración en la Audiencia Provincial de Granada.
El acusado, Javier B.R., tenía 20 años cuando ocurrieron los hechos, por los que fue detenido un día después del crimen. Había mantenido una relación sentimental con Mónica durante más de un año, e incluso llegaron a convivir juntos, pero comenzaron a distanciarse.
Así, sobre las 19,00 horas del 19 de julio Javier se encontró con Mónica en Otura y se trasladó con ella hacia una zona despoblada, separada del núcleo urbano, y, una vez allí, el joven, con conocimiento de artes marciales, presuntamente atacó a su novia y le dio una paliza que se prolongó por varias horas, hasta que le propinó un fuerte golpe en el cuello que le produjo una lesión interna mortal de necesidad.
El procesado, que permanece en prisión preventiva, llevó a su novia, sobre las 22,00 horas, al Hospital Clínico de Granada, donde solicitó asistencia médica asegurando que los dos habían sido víctimas del asalto de unos desconocidos, que, según llegó a decir, le habían dado una paliza a Mónica. Finalmente acabó por confesar y el juez decretó para él prisión provisional y sin fianza por un delito de homicidio.
El suceso motivó la solidaridad de todo el pueblo de Otura, que se movilizó contra este crimen, y dos meses más tarde rindió homenaje a la joven, con el I Memorial de Voleibol Mónica Carrión que se organizó a iniciativa de sus compañeras del equipo en el que jugaba.
