ALICANTE, 26 Feb. (EUROPA PRESS) -
Fiscal y acusación han pedido tres años y dos meses de prisión para el exalcalde de Elche (Alicante) Alejandro Soler, a quien acusan de dos delitos de agresión y otros tantos de amenazas contra su exmujer, durante el juicio se ha celebrado este miércoles en la Ciudad de la Justicia de la ciudad ilicitana. Las acusaciones piden ocho meses de prisión por cada delito de agresión, y diez meses y un año por las amenazas.
El exprimer edil ha negado las acusaciones y su defensa ha pedido su absolución ante la "ambigüedad" de las declaraciones de la denunciante y por ausencia de "verosimilitud" en una denuncia que considera "falsa".
La exmujer presentó una denuncia contra Soler por una agresión supuestamente ocurrida en torno a las 20.25 horas del pasado 9 de febrero en el zaguán de su vivienda cuando el exalcalde fue a recoger al hijo de 10 años que tienen en común y del que ambos tienen la custodia compartida.
Según ha relatado la exesposa de Soler, durante el encuentro, éste le propinó un "empujón" que la desplazó hacia atrás y terminó golpeándose contra una jardinera de mármol, cuando ella pretendía subir de nuevo a vivienda para cambiarle las zapatillas al niño.
Por contra, Soler ha negado los hechos aunque ha reconocido que "se produjo un contacto" entre ambos en el momento de ir a buscar a su hijo. No obstante, ha subrayado que "jamás" la ha "empujado". Según ha explicado, ni hubo un forcejeo, ni la golpeó, ni se cayó "ni se dio contra nada". Ese día, cuando se iban él y su hijo, afirma que la oyó gritar "te voy a denunciar" y continuó su marcha para no montar "un numerito en la calle".
Frente a esta versión, la denunciante ha reiterado ante el juez que Soler le amenazó, en ocasiones anteriores, con "enviarme dos rusos para matarme", durante una cena que compartieron ambos después de la separación, y con expresiones como "que se las iba a pagar", en la Nochevieja de 2012, tras coincidir en un pub ilicitano y negarse a irse del local con él.
CONTRA UN MARCO
Además, ha relatado, a preguntas del fiscal, una segunda agresión a principios de 2011, cuando todavía eran matrimonio, "cuando me empujó y me golpeé en el marco de una puerta". "No recuerdo el motivo", ha dicho, "pero venían unos amigos a cenar y tuvimos una discusión. Como siempre, me dio un empujón y me tiró contra el marco" de una puerta, ha relatado, para afirmar que no podía mover el hombro. De hecho, ha asegurado que no pudo jugar a las cartas, con los amigos, a quienes dijo que se había "resbalado".
No obstante, a preguntas de la defensa de Soler, la denunciante ha negado que hubiera afirmado que le lanzara "unos metros", en la supuesta agresión en presencia de su hijo. Además, ha negado que dijera, a unos amigos de la familia en un restaurante días antes de la supuesta agresión, que "iba a hundir a Alejandro" y ha negado que un mensaje de Whatsapp que envió a su exsuegro anunciando que iba a "hundir en la miseria" a su exmariado tuviera nada que ver con el asunto.
Por último, ha señalado que el requerimiento que le hizo al exalcalde, también días antes de que supuestamente le agrediera, para que le hiciera una transferencia de 30.000 euros, era para abonar el traspaso de un comercio dada la situación bienes gananciales como matrimonio, "por las dos cuentas" con 300.000 euros que descubrió en su casa y que no se contabilizaron en el proceso de separación.
TESTIGOS
En el juicio, el juez ha negado la posibilidad de que testificara el hijo de ambos, de 10 años, para "garantizar la integridad del menor" de manera que no se tenga que "posicionar en favor de uno de sus padres" y porque "no se ha solicitado un informe sobre su madurez".
Sin embargo, sí han testificado dos amigos de la pareja que presenciaron el encuentro en el pub en la Nochevieja de 2012 a 2013, aunque ninguno ha podido constatar que Soler amenazara a su expareja.
La tercer testigo que ha declarado ha sido una vecina del barrio que se perdió "unos segundos la escena" mientras caminaba por la calle y que se interesó por lo que ocurría porque "era el exalcalde". Según esta testigo, Soler salió de la casa caminando "lento" y con el semblante "triste" y ha declarado que vio a una mujer "rubia" salir gritando "si me empujas te voy a denunciar", aunque ha subrayado no haber oído "ni gritos ni golpes".
La víctima interpuso una denuncia ante la Policía tras ser atendida en el Hospital General Universitario de Elche por "una contusión en el codo y dolores cervicales", según ha detallado el perito llamado a declarar como testigo.
