Gallegas.- Feijóo delega en la militancia la decisión sobre su futuro si no recupera la Xunta, pero se ve en Galicia

El presidente del PPdeG y candidato a la Presidencia de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, aseguró hoy que, si en las elecciones del 1 de marzo no consigue recuperar la Xunta, serán los militantes en el próximo congreso del partido los que decidan su futuro político a juzgar por los resultados electorales, aunque aseguró que su trayectoria "está y seguirá estando en Galicia".

Durante su intervención en los Desayunos de Europa Press, patrocinados por Banif, Telefónica, Thomson Reuters y FCC, Feijóo quiso aclarar que su compromiso de dimitir si no gana las elecciones gallegas se refiere a si el PP saca "menos escaños y menos votos" y no consigue reeditar su condición como fuerza más votada.

"¿Cómo voy a dimitir si gano? No parece muy razonable", arguyó al tiempo que invitó a los asistentes a plantearle al candidato socialista a la reelección como presidente de la Xunta si asume el mismo compromiso ante los gallegos.

Feijóo subrayó que si el PP no consigue volver al Gobierno gallego, convocará el congreso de su partido para presentar balance de los resultados electorales, de forma que los compromisarios y los militantes decidan "si quieren que les acompañe en los próximos cuatro años o si puede haber algún compañero que lo puede hacer mejor".

En todo caso, proclamó que ve que su futuro político "está y seguirá estando en Galicia" tras confesar a los asistentes que estuvo "a punto" de ser consejero autonómico de Sanidad de la Comunidad de Madrid, cargo que le ofreció Esperanza Aguirre. "Al final reflexionamos que la mejor opción es el Gobierno de Galicia", explicó, aunque reconoció su interés por la política de ámbito nacional.

Feijóo ejemplificó de esta forma su cercanía a Esperanza Aguirre, compatible con su "excelente relación" con Gallardón y rechazó desvelar a quién se siente políticamente más cercano. "A una determinada edad, la pregunta de si quieres más a mamá o a papá ya no procede", ironizó.

RENOVACIÓN

El líder de la oposición en Galicia reivindicó ante el auditorio que, tras asumir el liderazgo del PPdeG, el partido "ha hecho los deberes" y está "renovado", tras un proceso de aprendizaje "de los errores del pasado". Así, ofreció "un liderazgo único y no cuestionado por el partido" para no limitarse a un cambio de Gobierno, sino también practicar "un cambio en la forma de gobernar y de funcionar de la Administración autonómica".

Según sus cálculos, a menos de un mes de la jornada electoral, el PPdeG está "bordeando la mayoría absoluta" y durante los 15 días de campaña podrá "consolidar" la barrera de los 38 escaños. Feijóo apoyó este pronóstico en que las encuestas "son un poco mejores que hace cuatro años" a las mismas alturas del periodo electoral, por lo que se mostró confiado en "conseguir la mayoría absoluta a la primera y desde la oposición".

Preguntado por otras fórmulas de gobierno de coalición como un pacto PP-BNG, Feijóo lo descartó e ironizó con que la alianza de socialistas y nacionalistas es "un matrimonio imposible pero con el mejor ajuar posible". Al respecto, insistió en que los socios del bipartito deberían "clarificar" ante el electorado una coalición "clara y valiente" y decir cuál es su candidato y su programa conjunto.

En su opinión, la coincidencia de las elecciones gallegas y vascas demuestra que Galicia ha hecho "el ridículo" por haber anunciado la cita con las urnas para el 1 de marzo sin esperar a la fecha elegida por el lehendakari. "Sólo teníamos que sentarnos y esperar", afirmó y consideró que ello también demostró que Galeuscat es "una broma" porque el BNG desconocía los planes de Ibarretxe.

DEBATES

Acerca de los debates electorales, el candidato del PPdeG defendió nuevamente un cara a cara entre los aspirantes de las dos fuerzas que tienen posibilidades "reales" de presidir la Xunta, en referencia a su partido y el PSdeG, pero como esta fórmula ha sido rechazada, apostó por tres citas que enfrenten de dos en dos a los aspirantes 'popular', socialista y nacionalista.

"¿Es razonable que debata con el presidente y el vicepresidente a la vez?", se preguntó para calificar la fórmula como "un poco excéntrica". Por contra, dijo que supone que Touriño y Quintana no tendrían "ningún inconveniente" en debatir entre sí.

Finalmente, acerca de la reforma de la Ley de Cajas, el dirigente popular estimó "razonable" la revisión del actual marco legislativo para ganar en "eficiencia y solvencia e independencia con compromiso" de las entidades financieras, pero no avaló buscar una mayor intervención de la Xunta en la política crediticia. "Hay que medirlo mucho", concluyó.