MADRID, 19 Abr. (EUROPA PRESS) -
El diputado del PSOE Rafael Simancas defiende la libertad para criticar a los jueces como se hace contra ministros o parlamentarios, y en ese ámbito incluye también, sin citarlos, a los magistrados del Tribunal Supremo que van a sentar en el banquillo a Baltasar Garzón por su intento de investigar los crímenes de la Guerra Civil y el franquismo. A su juicio, esta crítica indiscriminada es a lo que se ha dedicado el PP en los últimos meses, en los que "no ha dejado títere con cabeza".
En un artículo publicado en su página personal de Internet, que recoge Europa Press, Simancas se pregunta por qué no se puede criticar a un magistrado sin que esa valoración sea tachada como "una amenaza" a su independencia o autonomía, máxime cuando las reglas de nuestra democracia "amparan la crítica al presidente del Gobierno, a los ministros, a los alcaldes, a los diputados y a los senadores.
"Si a mí se me puede criticar como legislador, sin que a nadie se le ocurra que tal valoración amenaza mi independencia o autonomía en la elaboración de leyes, ¿por qué una valoración crítica sobre la actuación de determinados jueces ha de interpretarse como un ataque a su independencia o su autonomía como juzgadores?", reflexiona.
LOS "INFUNDIOS" DE LA "DERECHA"
En este punto, el portavoz socialista de Cultura reseña que "la derecha política y mediática" se ha centrado en los últimos meses en "enfangar" el panorama nacional con "infundios" tales como que Zapatero es "un aliado de ETA", que Rubalcaba promueve "chivatazos a los terroristas", que Bono se ha enriquecido "ilícitamente", que la Fiscalía persigue a los ciudadanos en base a su militancia política, que la policía "manipula" pruebas o que el rector Carlos Berzosa promueve actos 'guerracivilistas' (por el homenaje a Garzón donde se criticó al Supremo).
"No han dejado títere con cabeza", enfatiza Simancas, quien considera que el principal partido de la oposición ha llevado sus críticas "mucho más allá" de lo legítimamente establecido. "Se miente y se calumnia sin respeto por las personas ni por las instituciones, sean jueces o ministros" y se hace respondiendo a "una estrategia política: el intento de desgastar al Gobierno y de camuflar las vergüenzas propias".
En concreto, el parlamentario socialista se refiere a Garzón y al "empeño" de "algunos" de echarle de la Audiencia Nacional, lo que, en su opinión, "tiene poco que ver con la nostalgia franquista y mucha relación con lo de siempre: el poder y el dinero".
"Quienes en su día urdieron y hoy ejecutan esta operación buscan acabar con Garzón para consolidar su dominio sobre la judicatura con un guillotinamiento ejemplarizante y desmontar la instrucción judicial que puede llevar a la cárcel a muchos implicados en las corruptelas del 'caso Gürtel'", concluye.
