MADRID 11 Abr. (EUROPA PRESS) -
Rocío García Sanz, madrileña de 30 años edad, ha conseguido reunirse ahora con su madre biológica después de que sus padres adoptivos le confesaran que pagaron por ella 50.000 pesetas en una clínica de Madrid.
La mujer recurrió a la revista Interviú, que esta semana publica el reportaje, en diciembre de 2010 para denunciar que su adopción fue ilegal y que sus padres adoptivos le habían confesado que pagaron 50.000 pesetas por ella. Rocío García es la delegada de Madrid de la Asociación de Afectados por Adopciones Irregulares (Anadir). Su única pista era un recibo de la clínica Santa Cristina en el que constaba el abono de los gastos del parto de una mujer, supuestamente su madre, que había dado a luz en ese centro.
La investigación de la revista ha concluido con la localización de la madre biológica de Rocío que vivía en Madrid. La pasada semana ambas se conocieron y la primera ha explicado a su hija que fue presionada por una farmaceútica para que diera a la niña en adopción, que se arrepintió pero que cuando volvió a por su hija le contaron que se encontraba en Salamanca con una familia "adinerada". Sin embargo, Rocío García residía con su familia adoptiva a sólo unas calles de la farmacia de la mediadora en su adopción irregular, según recoge la misma publicación