Una inmobiliaria pretende crear una isla artificial y residencial frente la costa valenciana que se inspira en la Luna

Actualizado: martes, 20 noviembre 2007 17:11

VALENCIA, 20 Nov. (EUROPA PRESS) -

El Grupo Redis presentó hoy su proyecto 'Isla Luna', por el cual pretende crear en Valencia la primera isla artificial del Mediterráneo, a un kilómetro de la playa de la Malva-rosa, frente al Hotel Las Arenas. No obstante, esta propuesta de zona residencial, de usos terciarios y lúdicos, equipamientos, servicios y numerosos canales de agua, sobre un enclave inspirado en la orografía lunar, contraviene la Ley de Costas y requeriría que la normativa hiciese "un paréntesis", ya que, por su dimensión, "sería como dos veces y media que la nueva Marina de la America's Cup" y "los perjuicios --medioambientales-- serían similares" a los de esa obra.

Así lo afirmó en rueda de prensa el director general del Grupo Redis, Óscar López, junto a las dos arquitectas del proyecto, Clara González y Chelo Penades, al tiempo que resaltó que Valencia, además de albergar grandes competiciones como la America's Cup y la Fórmula 1, "está en el eje clave para ser referente y atraer a un turismo no de paso, sino con poder adquisitivo". No obstante, 'Isla Luna' "está dirigida a todo el mundo, a todas las clases sociales, no sólo a ricos", ya sea como residentes en "un barrio más" de la ciudad, o para visitar un "enclave diferente" de zonas verdes y láminas de agua, con espacios lúdicos y culturales, subrayó.

López reconoció éste es un "momento delicado" para que Ayuntamiento, Generalitat o Gobierno se pronuncien sobre el proyecto dada la proximidad de la elecciones generales en marzo de 2008 y, de hecho, "no ha habido ningún contacto" con las instituciones para tramitarlo. Aun así, en caso de obtener las licencias necesarias para llevarlo a cabo, ya tiene "inversores españoles para cubrir los 5.000 millones de euros" que se estima que costaría y, en caso de comenzar "mañana" su construcción, estaría terminada en 2020, previó.

Así, se mostró "convencido" de que "es posible" crear esta isla a pesar de la situación que atraviesan las inmobiliarias en los últimos tiempos, ya que, en su opinión, han pasado un "ciclo alcista" y ahora están en un "ciclo de regularización". Además, "ya existen unas 300 islas artificiales" en países como Dubai, Miami o Polonia, entre otros", y en caso de que no se autorice en Valencia, es un proyecto "perfectamente exportable" a otro lugar.

Isla Luna, con 1.600.000 metros cuadrados, de los cuales, 1.000.000 estarían ocupados por tierra, tendría "capacidad para acoger a unas 1.000 familias" en su parte residencial, explicó, alojados en apartamentos de un dormitorio, adosados, pareados o lofts, en edificios de baja altura y con posibilidad de amarre --unos 5.000 en total-- en la marina más cercana y con parcela propia desde 100 a 3.000 metros cuadrados, e incluso con helicóptero y piscinas, en algunos casos.

Entre un 25 y un 30 por ciento de las viviendas estarían reservadas para protección oficial, mientras el apartamento más pequeño de 40 metros cuadrados y sin otros servicios, tendría un precio mínimo de más de 300.000 euros, indicó. Todas ellas, añadió, serán "bioclimatizadas" y de una "calidad" tanto en los materiales como en sus características" por las que Redis pretende "diferenciarse, haciendo lo que nadie hace", recalcó.

Asimismo, reservaría un espacio de uso educativo y cultural, donde se podría encontrar un Museo de la Luna, colegios, guarderías, así como escuelas náuticas o de submarinismo. La zona de ocio y entretenimiento albergaría hoteles de 5, 6 y 7 estrellas, gimnasios, restaurantes, terrazas, cafés, cines, campo de golf, balnearios-spa, discotecas y club de campo, entre otras alternativas.

Por su parte, la arquitecta Chelo Penades explicó que el enclave estaría conectado con la península por un viaducto principal con espacios diferenciados para que circulen por él autobús, tranvía, el resto de vehículos, bicicletas e incluso peatones. No se descarta la posibilidad de "incorporar más conexiones en función de las necesidades", agregó.

En cuanto a las conexiones interiores, indicó que las zonas en las que divide la isla son "independientes" y se unen a través de "conexiones puntuales" que favorecen el transporte marítimo, de modo que, "consisten en puentes móviles o tienen suficiente altura para que pasen las embarcaciones".

La otra arquitecta encargada de esta iniciativa, Clara González, quien remarcó la inspiración en la cara visible de la luna y sus cráteres, mares y montañas, apuntó también su "tendencia a ser un modelo de isla autosuficiente en cuanto a servicios públicos y suministros, y que conlleve el mínimo impacto ambiental".

Para ello, la empresa realizará un estudio específico del régimen de inundación y se plantean plataformas fotovoltaicas, un parque eólico y sistemas de captación de energía solar, aseveró. Además, el suministro de agua correrá a cargo de una desalinizadora y un sistema de extracción de aguas con una depuradora subterránea.