Jueces.- Bermejo ve "deplorable" y un "órdago al Estado" la huelga y pide que "nadie" intente que no se critique al CGPJ

Afirma que los jueces que "realmente se preocupan" consultan los expedientes a través del teléfono o la intranet del CGPJ

Europa Press Nacional
Actualizado: lunes, 19 enero 2009 13:36

MADRID, 19 Ene. (EUROPA PRESS) -

El ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, consideró hoy "deplorable" que los jueces se instalen en el modelo de protesta, por el que amenazan con convocar una huelga y afirmó que aunque hay "razones profundas" para demandar una mejor Administración de Justicia, plantear "ese órdago al Estado" es "absolutamente impropio".

A pesar de todo, el ministro de Justicia confió en que finalmente no se celebre la huelga porque, dijo, el Poder Judicial de un país "no puede emitir esas señales a la ciudadanía". A su juicio, en caso de unirse a una protesta de estas dimensiones, los magistrados estarían "traicionando el depósito de deber y el mandato que reciben". "Hay que tener responsabilidad necesaria para saber que se puede reivindicar cualquier cosa, pero hay que hacerlo dentro de los esquemas constructivos a los que venimos obligados los funcionarios públicos", remachó.

En declaraciones a Antena3 recogidas por Europa Press, Bermejo se preguntó "por qué ahora" los magistrados optan por esta convocatoria cuando "no ha habido un Gobierno más implicado" en la modernización de la Justicia en los últimos 30 años. En este sentido, defendió que las cifras "cantan" y el Ejecutivo socialista ha aumentado el presupuesto de este Departamento en más de un 50 por ciento y ha incrementado de manera significativa las plazas de jueces y fiscales así como el índice de inversiones en infraestructuras y tecnología. A este hecho se une, agregó, el pacto en esta materia alcanzado con el Partido Popular.

"VOY A SEGUIR SIENDO DESAFIANTE"

Por ello, avisó a las asociaciones de jueces de que si finalmente van a la huelga tendrán que dar explicaciones a los ciudadanos, pues son los que "pagarán esa factura". El ministro incidió en que, a su parecer, la "sombra de la no sanción" al juez Tirado "planea" sobre este conflicto y lanzó un mensaje a todo aquel que entienda como "desafiante" sus críticas a la multa leve impuesta a este magistrado, encargado del caso Mari Luz: "Si se entiende por desafiante decir que no me ha parecido bien la sanción, voy a seguir siendo desafiante".

A este respecto, pidió que "nadie" pretenda que en este país no se pueda hacer una crítica a las resoluciones del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) porque "no hay nadie intocable". "Que nadie pretenda tener esa patente de corso", apostilló.

Enfatizó que el caso de la niña Mari Luz Cortés ha tenido un gran interés público y añadió que el Ejecutivo "no puede dejar de decir lo que está pensando" porque estamos en un sistema democrático. En su opinión, hay "demandas justificadas" y todos los actores de la Administración de Justicia tienen parte de responsabilidad para ayudar a responderlas.

Sobre el reconocimiento del derecho de huelga de este colectivo, el titular de Justicia opinó que el CGPJ "no tendrá más remedio de tomar posición" si llegan a plantearse las movilizaciones. Dicho esto, recordó que el Gobierno ya anunció su intención de suprimir el traslado forzoso de los jueces, una de las principales peticiones de las asociaciones, por lo que se mostró sorprendido porque ahora se convierta en una "gran reivindicación".

En relación con las demandas retributivas, Bermejo indicó que una "mínima parte" de ellas podrán ser atendidas ante la actual situación económica. "Es mucho porque un aumento del 5 por ciento en 2009 en la situación en la que estamos, quien lo pillara", añadió.

Tras recordar el registro común que establecerá el Estado con las comunidades autónomas en las próximas fechas, apuntó que ahora los jueces que "realmente se preocupan" pueden consultar los expedientes de las personas investigadas a través del "teléfono o la intranet del CGPJ". "Es un mecanismo muy eficiente de comunicación", afirmó, para recordar que el teléfono "ha funcionado durante mucho tiempo". Pese a ello, concluyó que la situación de la Administración no es "tolerable" en pleno siglo XXI.

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