La lluvia da una tregua para que el Príncipe presida en Marín la entrega de Despachos a 96 nuevos oficiales de la Armada

Actualizado: lunes, 16 julio 2007 17:14

La más alta representación civil y militar asiste a una cita

MARÍN (PONTEVEDRA), 16 Jul. (EUROPA PRESS) -

El Príncipe Felipe presidió hoy en Marín (Pontevedra) la tradicional Real Entrega de Despachos a los nuevos oficiales de la Armada, 96 en esta ocasión, cuatro de ellos mujeres, que cada año se celebra coincidiendo con la festividad de la Virgen del Carmen en la Escuela Naval Militar, donde Su Alteza Real regresó esta mañana tras los años de formación que pasó para completar su carrera.

El acto se celebró en un ambiente de solemnidad que finalmente no se vio interrumpido por la incesante lluvia que cayó en la localidad pontevedresa hasta prácticamente la llegada del Príncipe. Así, pasadas las 11.30 horas, 30 minutos antes del comienzo de la celebración, las precipitaciones se interrumpieron y el sol llegó a lucir en parte de la hora y media durante la que se prolongó la cita.

Las gradas de la Escuela Naval de Marín registraron un lleno absoluto de familiares y allegados de los 96 nuevos oficiales, así como de los 64 aspirantes de primero de la Escala Superior de Oficiales y de la de Oficiales que realizaron la Jura de Bandera, mientras que en el palco de autoridades se encontraba parte de las más alta representación civil y militar, encabezados por el propio Príncipe de Asturias.

Así, junto a Don Felipe de Borbón se encontraba el ministro de Defensa, José Antonio Alonso; el Almirante Jefe del Estado Mayor de la Armada (Ajema), Sebastián Zaragoza Soto; el titular de la Xunta, Emilio Pérez Touriño; la presidenta del Parlamento autonómico, Dolores Villarino; el presidente de la Diputación de Pontevedra, Rafael Louzán; o el delegado de Gobierno en Galicia, Manuel Ameijeiras.

La ceremonia comenzó incluso antes de lo previsto, puesto que Su Alteza Real se presentó en la explanada de la Escuela Naval cuando faltaban 20 minutos para las 12.00 horas, momento en que tuvo lugar la llamada a la formación del batallón de alumnos, quienes le rindieron honores de ordenanza con la versión corta del Himno Nacional de fondo interpretada por la Banda de Músicas de la Escuela Naval.

REVISTA A LAS TROPAS

Posteriormente, el Príncipe de Asturias pasó revista a las tropas y, una vez llegado al palco principal, saludó a las autoridades antes del comienzo de la Misa, oficiada por el obispo castrense Francisco Pérez González, quien en su discurso realizó un alegato contra las guerras "en nombre de Dios". "Esta ideología no tiene cabida en la fe, va contra la verdadera naturaleza del hombre", mantuvo el prelado en su homilía, en la que trasladó a los nuevos oficiales y a los aspirantes que, en su trayectoria en la Armada, la paz deberá ser su "razón de ser".

A continuación se produjo uno de los momentos más emocionantes del acto, ya que tras entonar el 'Salve Marinera' al final del oficio religioso, los alumnos realizaron un homenaje a los caídos con la sintonía fue 'La muerte no es el final' y procedieron a ofrecer una corona ante la cruz situada para la ocasión ante el altar.

Tras este reconocimiento fue el turno de los 64 aspirantes de primer curso, que fueron llamados uno a uno para tomar juramento o promesa de fidelidad a la bandera con la melodía de 'Los viejos camaradas' para, después, circular con el tradicional paso de a tres delante de las autoridades con la música de 'Mares y vientos' a cargo de la Banda de Músicas de la Escuela Naval.

Se trató de 37 alumnos de la promoción del Cuerpo General de la Escala Superior de Oficiales, entre los que se encontraba la única mujer de los que esta mañana juraron bandera y un tailandés, el único extranjero de los 64; nueve de Infantería de Marina Escala Superior de Oficiales; cinco del Cuerpo General la Escala de Oficiales; diez de Infantería de Marina y tres del cuerpo de Especialistas.

CONDECORACIÓN COMO NÚMERO UNO

Posteriomente se produjo el momento más especial de la jornada para cuatro de los 96 nuevos oficiales de la Armada, puesto que fueron condecorados por el Príncipe Felipe como número uno de su promoción, lo que les permitirá ser promovidos a sus inmediatos empleos y les hizo merecientes de la Cruz del Mérito Naval con Distintivo Blanco por haber obtenido las más altas calificaciones en su cuerpo y escala.

Los homenajeados fueron el alférez de navío del Cuerpo General Escala Superior Marcos Rafael de Sousas, el teniente de Infantería de Marina Javier Hortal, el alférez de Infantería de Marina de la Escala de Oficiales José Luis García de los Reyes Luque y el alférez de Fragata del Cuerpo de Especialistas Fulgencio Barrachina. Además, el primero de ellos, Marcos Rafael de Sousas Fuchs, recibió de manos del presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, un sable que lo reconoce como acreedor de las más altas calificaciones en su cuerpo y escala.

A continuación, junto con el resto de sus compañeros, fueron llamados de 14 en 14 para recibir los Reales Despachos y diplomas de Nombramiento de oficial a los Militares de Complemento, tarea en la que tomaron parte las autoridades asistentes, tanto las de carácter civil como las del ámbito militar, que con el 'Coro de los Peregrinos' de fondo entregaron los documentos que acreditan a los nuevos oficiales de la Armada.

"MENTALIDAD ABIERTA"

Con este reconocimiento ya en sus manos, los 96 procedieron a desfilar bajo la bandera antes de que el comandante director de la Escuela Naval de Marín, José Luis Urcelay Verdugo, les transmitiese una última lección, en la que los apeló a mantener una "mentalidad abierta para afrontar el cambio" y garantizar la "inquietud intelectual para profundizar en todo lo relacionado con la profesión de oficiales".

Así, Urcelay Verdugo subrayó la necesidad de que, a lo largo de su trayectoria, mantengan un "continuo aprendizaje" para ser los "expertos que la Armada necesita" y, en este sentido, garantizó al Príncipe de Asturias que los jóvenes que "hoy pone la Escuela Naval al servicio de España son dignos herederos de las tradiciones de la Armada y se encuentran preparados para cumplir con los cometidos propios del siglo XXI".

Estas palabras pusieron el broche final a un acto que concluyó con el Himno de la Armada cantado por todos los presentes, incluso por parte del público, tras el que se produjo la retirada de la explanada a paso ligero de los nuevos oficiales y rindiendo honores a las autoridades y, por último, el Desfile de la Fuerza con la sintonía 'Ganando Barlovento'.