Foto: EUROPA PRESS
VITORIA, 1 Feb. (EUROPA PRESS) -
El lehendakari, Patxi López, ha subrayado, durante el apagado del pebetero de la Academia de la Ertzaintza en memoria de los agentes asesinados por ETA, que "por fin" se ha logrado "acabar con la actividad del terrorismo". Además, ha advertido de que no permitirá "que se diluya la responsabilidad de los asesinos" y ha subrayado que la democracia "tiene puertas" que permiten el acceso "a quienes quieren integrarse en ella".
La ceremonia, celebrada en la academia de la Policía vasca en la localidad alavesa de Arkaute, ha contado con la presencia de familiares de víctimas del terrorismo y representantes de los diferentes cuerpos policiales, el Poder Judicial, partidos, instituciones y organizaciones sociales.
El apagado de la llama del pebetero -en el que figura la inscripción 'Permanecerá encendida mientras exista una violencia organizada contra este pueblo'-- fue decidida por el Gobierno vasco tras el "cese definitivo" del terrorismo anunciado por ETA el 20 de octubre de 2011.
UPyD no ha acudido al acto al no estar de acuerdo con esta decisión, debido a que la banda no ha decretado su disolución. Partidos como el PNV, el PSE-EE, el PP, Aralar, EA y EB han estado representados por sus líderes o por destacados representantes.
MONOLITO
La llama, que se encendió el 23 de diciembre de 1993 tras el asesinato del ertzaina Joseba Goikoetxea, ha sido apagada por el hijo de este agente, por el consejero de Interior en aquel momento, Juan Mari Atutxa, y por el actual responsable de la Ertzaintza, José Antonio Varela.
Posteriormente, el lehendakari y el actual consejero de Interior, Rodolfo Ares, han descubierto la placa de un monolito en memoria de los policías vascos asesinados por ETA, en cuya base han depositado flores blancas algunos de los asistentes el acto. Finalmente, se ha celebrado un homenaje a la primera promoción de la Ertzaintza con motivo de su 30º aniversario.
En su intervención ante los asistentes a la ceremonia, el lehendakari ha agradecido la contribución de la Policía autonómica al progreso y a la defensa de las libertades en Euskadi. Además, ha destacado la dedicación de los agentes y de los diferentes consejeros de Interior, sobre todo en los "momentos muy duros" que ha supuesto el terrorismo de ETA.
En especial, ha recordado a los agentes fallecidos en actos de servicio, a los asesinados por el terrorismo -un total de 15 ertzainas han sido asesinados por ETA-- y a todas las víctimas de la violencia.
Tras referirse al apagado del pebetero, del que ha afirmado que ha acompañado a la Academia "durante estos años de amenaza y dolor", ha destacado que se ha logrado "cumplir el compromiso que con tanto sufrimiento se selló hace 18 años", cuando dicho símbolo fue instalado. "Por fin hemos acabado con la actividad del terrorismo", ha añadido.
NO AL "OLVIDO"
El presidente del Gobierno autonómico ha recordado que "ha costado mucho llegar aquí". "Han sido muchas las lágrimas derramadas. Muchas las vidas arrebatadas por los totalitarios. Y por eso nos negamos a que el nuevo tiempo se construya sobre el olvido", ha advertido.
En su opinión, ésta es una deuda hacia las víctimas y hacia el conjunto de la ciudadanía, ya que "sólo desde el recuerdo de lo ocurrido, podremos evitar que la historia se repita". En esta línea, ha destacado que "sólo con memoria podremos construir una sociedad sustentada en valores éticos y democráticos".
El lehendakari ha afirmado que la sociedad siempre estará "en deuda" con los policías vascos y con el conjunto de los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado "que entregaron lo mejor de sí mismos para que el resto pudiéramos disfrutar de libertad".
"DOBLE TRAICIÓN"
Por ese motivo, ha advertido de que no se puede permitir que "se reescriba la historia" ni que "se diluya la responsabilidad de los asesinos", ya que eso supondría "una doble traición a quienes dieron la vida por defendernos y a la propia sociedad vasca, incapaz de asentar la convivencia sobre el olvido y la desunión".
El lehendakari ha reconocido que queda "tarea por delante", tras lo que ha insistido en su idea de que "la democracia no es una ciudad amurallada, sino que tiene puertas para permitir el acceso a quienes quieren integrarse en ella".
En este punto de su intervención, se ha dirigido a los ertzainas para recordarles que son "los guardianes" de la democracia y "los garantes de que no vuelva a haber entre nosotros quien cometa o justifique el asesinato". López ha mostrado su deseo de "una sociedad libre", construida sobre "los valores de unidad y concordia".
