Montilla insiste en un debate en castellano y Duran propone extenderlo al resto de España
BARCELONA, 13 Oct. (EUROPA PRESS) -
El líder de CiU, Artur Mas, ha desautorizado al 'número dos' de CDC, Felip Puig, y ha tendido la mano al presidente de la Generalitat, José Montilla, para que sea posible la emisión de debates televisivos en formato 'cara a cara' entre ambos.
Estas declaraciones de Mas llegan el día después de que Puig asegurase en una entrevista de Europa Press que es un "insulto a la inteligencia" de los electores catalanes la voluntad del PSC de que uno de los 'cara a cara' sea en castellano.
Según Mas, las palabras de Puig son "poco oportunas", y ha lamentado que el PSC esté tratando de convertir el cara a cara en un "problema lingüístico".
En la misma línea se ha posicionado el jefe de campaña de CiU, David Madí, quien ha sostenido que los socialistas están tratando de utilizar las tesis de Puig como "excusa" para evitar los careos. Madí ha recordado que quien se ha levantado de las negociaciones es el PSC, y que los nacionalistas siguen apostando porque haya debates en múltiples formatos en la campaña catalana.
El autor de las declaraciones que han abierto una nueva brecha entre socialistas y nacionalistas, Felip Puig, ha admitido este miércoles que se equivocó en sus valoraciones y ha lamentado que el PSC le utilice como excusa para evitar los debates.
Por contra, el líder de UDC y portavoz de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran, se ha distanciado de sus compañeros de federación. Ha pedido retomar las negociaciones para la celebración de dos debates 'cara a cara' y ha aceptado por que uno de ellos sea en castellano y que se emita por toda España, tesis que defiende el PSC.
En la misma línea que Duran, el jefe de campaña de los socialistas catalanes, Jaume Collboni, ha considerado que el 'cara a cara' tiene interés no sólo para la audiencia catalana, y ha lamentado que CiU haya propuesto que en el debate a seis con todos los partidos con representación parlamentaria, se envíe a segundas filas.
Por su parte, Montilla ha insistido este martes en que quiere celebrar dos debates televisivos, uno de ellos en castellano. "No tengo problemas en el tema de los idiomas", ha dicho, quien ha abogado por llegar al máximo de audiencia posible.
La número 2 del PSC y consellera de Justicia, Montserrat Tura, ha dicho a Puig que nadie "insulta a la inteligencia" al plantear un debate en castellano. "Si lo que queremos es acercarnos a los ciudadanos, debemos mirar qué es lo que hacen en un día normal y qué televisiones miran", ha observado.
Desde el resto del arco parlamentario, Alicia Sánchez-Camacho (PP) ha propuesto que haya un debate a seis en castellano, y ha pedido a Mas que rectifique la "gravísima ofensa" que ha cometido Felip Puig.
La portavoz de ICV, Laia Ortiz, ha considerado que el careo es una "excusa para que ambos partidos se tiren los trastos a la cabeza" y cree que no tiene sentido en una sociedad democrática.
En declaraciones a Europa Press, Ortiz ha defendido que el careo entre Mas y Montilla "no tiene sentido en una democracia parlamentaria", por lo que ha rechazado valorar la polémica sobre si estos debates deben ser en catalán y castellano.
Jordi Miralles (EUiA) ha dicho que un debate a dos sería una "patada en el culo a la democracia y al pluralismo", y en cuanto a la controversia sobre el idioma del debate, ha asegurado que la lengua no es lo más importante.
El PSC dio por rotas las negociaciones este martes después de las declaraciones de Felip Puig. Socialistas y CiU habían mantenido un encuentro para abordar este tema, aunque no había salido ningún acuerdo en concreto, pero sí que se había contemplado la posibilidad de celebrar un debate electoral en castellano de emisión para todo el Estado, ante los ofrecimientos que habrían hecho cadenas privadas para acogerlo en su programación.
