El ministro de Gibraltar asegura que si los restos en el litoral español son de fuel no pertenecen al "New Flame"

Actualizado: jueves, 27 diciembre 2007 19:38

MIJAS (MÁLAGA), 27 Dic. (EUROPA PRESS) -

El ministro principal de Gibraltar, Peter Caruana, reconoció hoy que "es posible" que se haya producido "una fuga de cierto tipo de material" del carguero de chatarra 'New Flame', que se encuentra en aguas del Estrecho, pero aseguró que, según sus informes, si los restos aparecidos en la costa española son de fuel no pertenecen a este barco.

Caruana, tras una reunión mantenida en Mijas (Málaga) con el secretario de Estado de Asuntos Exteriores español, Bernardino León, manifestó a los medios que si la mancha es de lubricante "es posible que haya sido del 'New Flame', siempre y cuando sean cantidades pequeñas", pero reiteró que es "imposible" que sean de otro tipo de material.

Por estos motivos, explicó que el Gobierno de Gibraltar ha solicitado a las autoridades portuarias de Algeciras una muestra del carburante hayado en las playas de la localidad, para someterlo a las "pruebas necesarias" para establecer si ha salido del buque o no. "Si ha salido del 'New Flame', culpable y a afrontar las responsabilidades que caigan, y, si no es así, otros la tendrán que afrontar", indicó.

Cuestionado sobre la responsabilidad del Gobierno del Peñón en la rotura del barco, Caruana señaló que "la prensa no debería invitar a los políticos a adjudicarse responsabilidades, bastante tenemos ya con el poder ejecutivo", destacando que "la adjudicación de responsabilidades es un tema técnico y jurídico".

De este modo, ante la posibilidad de que la Junta de Andalucía reclame indemnizaciones por los daños, recordó que "existen leyes sobre compensaciones por polución". "No se trata de problemas políticos, son problemas jurídicos y técnicos que, si hay responsabilidad, los responsables tengan que afrontar los gastos, igual que ocurriría si fuera en otra parte de la bahía que afectara a Gibraltar", dijo, agregando que, en este asunto, "no hay hostilidad ni consecuencias políticas, simplemente es lo que marca la ley internacional sobre la materia".

También expresó que "desde el primer día dijimos, porque así nos lo advirtieron los expertos, que existía la posibilidad de que el barco se rompiera en dos en cualquier momento y, de hecho, ha tardado cerca de seis meses en romperse", al tiempo que adelantó que la operación para la retirada del barco podría empezar a principios de enero.

Así, el ministro principal de Gibraltar afirmó que "en las próximas semanas se verá actividad importante" y estimó que, salvo que se sufrieran temporales durante todo el invierno, la operación podría finalizar en unos tres meses, "hasta marzo o abril", precisó.

Quiso hacer hincapié además en que el Gobierno de la Roca "comprende y es sensible al hecho de que la opinión pública española, tanto callejera como gubernamental, tenga una preocupación, porque es un incidente serio en una ubicación sensible", pero destacó que la operación "se está llevando a cabo por las empresas de salvamento y consultoras en la materia más importantes del mundo".

Al respecto, declaró que el Gobierno de Gibraltar "no puede aceptar declaraciones que se hacen de que hay falta de medios o de gestión", aunque matizó que comprende que "haya impaciencia porque se retire el barco de manera segura". Además, señaló que están compartiendo "toda la información" con las autoridades del puerto de Algeciras, para que "ellas también estén tranquilas sobre lo que nosotros decidamos hacer", pero entendió que desde la Roca "no estamos propiciando ninguna amenaza a los intereses que ellos salvaguardan".

"Hay que manejar una situación muy técnica y muy compleja, en la que son los expertos los que saben opinar, con una comprensible preocupación de la opinión pública en un tema en el que casi todos somos desconocedores", insistió, sentenciando que mantiene la intención de que "colaboren los de Gibraltar con los de España para que esas explicaciones que hay que dar a la opinión pública sean las correctas".

Por su parte, el secretario de Estado de Asuntos Exteriores español manifestó que, en el encuentro de hoy, ha transmitido a Caruana "la preocupación del Gobierno español y también de la Junta de Andalucía sobre la situación del buque y la posibilidad de que pueda producirse alguna consecuencia para el medio ambiente".

Así, León destacó que se trata de "una preocupación compartida por Caruana, quien nos ha informado sobre las gestiones que se están llevando a cabo", reiterando que "en el plazo de una semana o 10 días podían iniciarse los trabajos para comenzar a desmontar el barco", algo que "permitirá una solución en el plazo más breve posible de la amenaza que pueda suponer este buque".

Finalmente, indicó que en el encuentro también acordaron el establecimiento de un "mecanismo de enlace" que "permita el seguimiento por parte del Gobierno español de manera permanente de esta cuestión, respondiendo precisamente a ese interés común en cuestiones medioambientales".