Dice que "boinas y birretes" forman parte de "una historia cerrada" y niega "heridas" internas 19 meses después del congreso sucesorio
SANTIAGO DE COMPOSTELA, 9 Ago. (EUROPA PRESS) -
El presidente del PPdeG, Alberto Núñez Feijóo, reconoce que la caída de su partido en los pasados comicios municipales en la Galicia rural responde a una "falta de renovación" en las listas, en las que no se introdujeron los cambios "que creíamos que se tenían que haber hecho".
En declaraciones a Europa Press, el líder 'popular' explicó que en algunos municipios alcaldes de su partido llevaban más de 20 años en el cargo, lo que, a su juicio, provocó "una fatiga" del electorado. "Habría que haber buscado un revulsivo, y no sólo en el encabezamiento, también en los concejales", admitió. En esta línea, insistió en que "no se hicieron las actualizaciones necesarias", lo que "pasó factura porque la gente votó caras nuevas".
No obstante, también atribuyó el descenso a que "cuando estás muy alto se corre el riesgo de perder posiciones", y a que los socios de gobierno en la Xunta, PSdeG y BNG, "utilizan los medios de comunicación para capturar votos en sociedades más cerradas".
Con todo, Núñez Feijóo enfatizó que el retroceso "no es tanto electoral como de ostentación del poder", debido a que en los municipios que, pese a ganar, no lograron mayoría absoluta se abrió la puerta a una coalición de socialistas y nacionalistas.
"Lo que no significa que hayamos perdido, ha perdido el PSdeG, y el BNG ha sufrido un enorme descalabro", resaltó. En esta línea, también recordó los resultados globales --"en los que les sacamos 11 y 20 puntos, respectivamente"-- tras 23 años "sin hacer unas municipales desde la oposición".
BOINAS Y BIRRETES
Por otra parte, rechazó que en el PP gallego subsista una división entre boinas --sector rural-- y birretes --sector urbano-- y aseveró que eso "forma parte de una historia cerrada". "Aquí no hay más que una sensibilidad, que es la de la modernización de Galicia desde un galleguismo constitucional", concluyó.
Asimismo, el presidente 'popular' negó que se hayan producido divisiones internas tras el congreso de enero de 2006, que selló la sucesión de Manuel Fraga en su favor. "No hay nadie que pueda hablar de heridas, fue tremendamente democrático y había más compromisarios de los que eligieron a Zapatero secretario general del PSOE", apuntó.
"Se trata de un tema cerrado", zanjó Núñez Feijóo, tras lo que admitió que "no estaba previsto" perder el gobierno de la Diputación de Lugo, así como el de determinados municipios.
