La ausencia de la bandera, que sólo lució la Academia, también propició que los alumnos no pudieran elevar su arma en el himno
MADRID, 4 Jun. (EUROPA PRESS) -
La orden de cambiar su arma habitual, el fusil, por un sable para participar con uniforme de gala en la procesión del Corpus Christi de Toledo impidió a los cadetes de la Academia de Infantería que pudieran realizar el saludo militar a la Custodia cuando pasó ante ellos, mientras la banda municipal interpretaba el himno, según informaron a Europa Press varios familiares de militares y de alumnos del Ejército.
Las fuentes consultadas señalaron que los cadetes estuvieron ensayando con fusil su participación en la conmemoración religiosa el martes y el miércoles desde primera hora de la mañana, con un promedio de cinco horas de simulación en cada jornada. Fue en la última jornada, el miércoles, cuando los alumnos recibieron de sus superiores la orden de dejar su fusil y empezar a ensayar con sable, cuando apenas quedaban 20 horas para empezar la procesión.
La decisión de cambiar de arma fue comunicada por cada uno de los oficiales de las tres secciones de alumnos de la Academia y por los mandos responsables del resto de fuerzas participantes en la procesión y provocó malestar tanto en las filas de cadetes como en otras instancias.
Fuentes militares aseguraron a Europa Press que los mandos recibieron la orden, la cumplieron junto con sus subordinados y también expresaron "hacia arriba" que acataban la decisión, pero no la compartían por entender que se trataba de "un cambio político de última hora".
Según el familiar de un militar, la orden de dejar el fusil y coger el sable, que no pudieron desenvainar los cadetes en ningún momento de la procesión, fue comunicada el miércoles a las 13.00 horas, cuando los alumnos ya habían hecho el día anterior "todo el ensayo" con "sus fusas" --fusiles-- y "casi" habían terminado la simulación ese día.
Durante la celebración del Corpus Christi, el primero en el que está en vigor el nuevo Reglamento de Honores Militares, los cadetes no elevaron su arma, el sable, cuando ante ellos apareció la imagen religiosa y la banda municipal tocaba el himno nacional.
Sólo el oficial de cada formación pudo desenvainar su arma y realizar el saludo militar, consistente en situar el sable en vertical sobre su rostro e inclinarlo al paso de la institución saludada, en este caso la imagen religiosa cuando sonaba el himno nacional.
Las fuentes consultadas por Europa Press subrayaron que los principales protagonistas de la procesión en el ámbito castrense eran, como cada año, los cadetes y que ninguno de ellos, identificados con cordeles de colores en la guerrera, pudo elevar el sable para hacer el saludo.
Fuentes próximas a la Academia del Ejército consultadas por Europa Press explicaron que en la procesión sólo pudieron hacer el saludo con su arma los mandos de las unidades de cadetes --tres secciones, unos 90 militares-- y la unidad de gastadores, que sí pudo lucir su arma habitual, el fusil, en concreto el modelo HK.
Un familiar directo de un militar con amplia trayectoria con el Ejército en Castilla-La Mancha y con experiencia en más de diez procesiones del Corpus explicó a Europa Press que el problema que provocó la orden de cambiar el fusil por el sable podría haberse superado "si la bandera nacional hubiera procesionado junto o delante de la Custodia".
Esa misma fuente señaló que, además del cambio de los fusiles por sables, el principal obstáculo para que los militares pudieran saludar con su arma fue la ausencia de la bandera nacional, que sólo estuvo presente en la procesión porque la Academia de Infantería de Toledo portó su bandera de combate, incluida en la formación.
Recordó que la bandera nacional tiene como honores reglamentarios la interpretación del himno de España y el saludo militar --integrado por dos fases: la primera, de elevación de arma, y la segunda, de inclinación de la misma al paso de la institución saludada--.
Por último, aseguró que en ámbitos de mandos militares en la capital castellano-manchega "se barajó" la posibilidad de que la enseña nacional estuviera presente en la procesión del Corpus junto a la imagen religiosa, opción que "finalmente fue descartada".
