ALCOBENDAS, 13 Nov. (EUROPA PRESS) -
Los padres que denunciaron que su hijo Miguel estaba sufriendo acoso escolar en el Colegio Suizo de Alcobendas consideraron hoy que el sobreseimiento y archivo de la causa no ayudará a prevenir que actitudes similares se repitan en otros centros, ya que los autores de este tipo de agresiones tomarán como ejemplo este caso y pensarán que sus acciones no van a tener consecuencias.
"Pensarán que esto es jauja", subrayó visiblemente indignado el padre del niño, Fernando Sacristán, "y que se puede pegar, grabar y mofarse" de un compañero sin que pase nada, lo que genera "alarma social" entre los padres de los escolares.
En comparecencia ante los medios de comunicación, el abogado de la familia, Fernando Gómez Chaparro, explicó que sus clientes "acatan pero no comparten" la decisión de la juez, por lo que piensan recurrirla, y que se encuentran "disgustadísimos y han perdido la fe en la justicia".
El auto no contempla una situación de acoso escolar, y considera lo sucedido como un hecho "único y aislado", del que duda que el centro escolar tuviese conocimiento. Asimismo, destaca que el altercado que fue recogido por un alumno en una cámara de vídeo comenzó por un insulto del hijo de los demandantes, y sin hacer referencia al hecho de que estaba siendo grabado para "la posterior mofa" de sus compañeros, según indicó el letrado.
Uno de los puntos que más incomprensión ha generado a los afectados ha sido el que durante la causa no se haya tenido en cuenta el informe elaborado por el Defensor del Menor, que llevó a cabo una exhaustiva investigación y tomó declaración a todos los implicados, cosa que no hizo la jueza "por no creer necesario" el escuchar a los padres del niño ni al propio menor durante el procedimiento.
El informe del Defensor del Menor sí consideró la situación de Miguel como acoso escolar, y no descartaba que el centro escolar pudiera saberlo y tomar medidas.
ACHACA LA DEPRESIÓN DEL NIÑO A LA DIFUSIÓN DEL VÍDEO.
Otro de los aspectos de la argumentación del auto con el que los querellantes mostraron su disconformidad es con el que achaca la depresión que sufre el menor, no con la situación de acoso sufrida, sino con la publicidad dada al caso.
"La juez achaca la depresión del niño a que el padre fue al colegio y le quitó el video a un alumno, a la aparición de las imágenes en televisión y al cambio de colegio", indicó el abogado.
Sin embargo, la psicóloga encargada del caso, Ana Álvarez, afirmó que "la afectación emocional que tenía Miguel era importante" desde antes de hacerse público el caso, y que su perfil respondía a los parámetros del acoso escolar.
Por ello, su recomendación a los padres fue el cambio de centro, por considerar que los responsables del Colegio Suizo "no lo estaban haciendo bien", a pesar de la oposición del propio niño, quien según explicó Álvarez había terminado por creer que se merecía todo lo que le estaba pasando y rechazaba el cambio por temor.
Así, Miguel necesitó de atención psicológica, con la que comenzó hace año y medio y con la que aún continúa. Ahora su situación "ha mejorado sensiblemente", hecho en el que destacó el papel fundamental que han tenido los padres con su apoyo incondicional.