El Parlament aprueba la ley del Memorial Democrático, la primera que hace una condena explícita del franquismo

Actualizado: miércoles, 24 octubre 2007 15:57

BARCELONA, 24 Oct. (EUROPA PRESS) -

El Parlament de Catalunya aprobó hoy, con los votos del tripartito, la abstención de CiU y el voto en contra de PP y C's, la Ley de Creación del Memorial Democrático, un organismo que se dedicará a las políticas de recuperación de la memoria histórica de Catalunya entre 1931 y 1980. Se trata de la primera ley catalana que incluye una condena explícita de la dictadura franquista.

CiU se sumó a los grupos del tripartito en la votación de la exposición de motivos de la ley, que incluye la condena del franquismo y que, a instancias de CiU incorporó en su trámite parlamentario un reconocimiento también a las víctimas "de la violencia política incontrolada de la retaguardia", reclamando "una rehabilitación plena" de todas las víctimas de la represión franquista y de la violencia de la Guerra Civil.

Los tres primeros artículos de la ley, que fijan la naturaleza jurídica propia del Memorial, su finalidad y sus funciones, recibieron también el voto favorable de tripartito y CiU. Entre ellos, destaca la creación de un "centro estable de actividades de conmemoración, difusión, formación y asesoramiento" sobre los periodos de la II República, la Guerra Civil y "sus víctimas de toda diversidad", además de la "represión franquista, el exilio, la deportación y las raíces franquistas del sistema de valores de la democracia".

Sin embargo, CiU se abstuvo en el resto del texto al considerar que la junta de gobierno del Memorial debería depender exclusivamente del Parlament. Este organismo estará integrado por 6 miembros nombrados por la Generalitat y 6 nombrados por el Parlament (uno a propuesta de cada uno de los grupos parlamentarios), además de cuatro historiadores de prestigio nombrados por el Parlament con mayoría de dos tercios. Este último añadido, fruto de una transacción entre el tripartito y CiU, posibilitó la abstención de la federación nacionalista, pero no su voto favorable al no considerarlo suficiente.

Además de esos 16 miembros, forman parte de la junta de gobierno dos representantes del Consejo de Participación de la entidad (formada por las asociaciones y entidades civiles) y uno del consejo asesor (formado por expertos), además del director del Museu d'Historia de Catalunya, el presidente del Institut Català de la Dona y el director del Archivo Nacional de Catalunya.

La ley prevé también la creación de "un fondo informativo integrado por un servicio de información documental, un portal informático, un banco de datos audiovisuales y bases de datos" para la "difusión del patrimonio democrático" catalán, además de las tareas de homenaje a las víctimas de la lucha por la República, la democracia y las libertades, el fomento de la formación e investigación, y los actos de conmemoración.

CIU CONTRA LA DEPENDENCIA DEL GOVERN.

El diputado de CiU Jordi Vila argumentó la abstención de su grupo en base especialmente a la composición de la junta directiva, cuyo "control debería haber recaído en el Parlament" y expresó "cierta desconfianza en que haya un gobierno que se disponga a a decirnos qué ha de ser digno de recuerdo". Para evitar que "se pudiera poner en duda", Vila manifestó la "condena" de su grupo a la dictadura franquista, pero reivindicó también que se reconozca "a las víctimas de la retaguardia, como los casi 400 religiosos que perecieron".

Vila inició su intervención remarcando que hablaba en nombre de CiU y por tanto "también de UDC", formación que "sufrió las consecuencias" de la Guerra Civil empezando por su fundador Manuel Carrasco i Formiguera, "perseguido en Catalunya por cristiano y asesinado en España por catalanista", para defender también que "existen tantas memorias como individuos" y que muchas veces "la memorial colectiva violenta la memoria personal".

El diputado de CiU quiso desmentir el "tópico de la desmemoria" y defendió la acción de los Gobiernos de CiU en materia de memoria histórica, con "una política de recuperación de archivos" y, en su última legislatura, de "indemnizaciones económicas" a las víctimas del franquismo, afirmando que "nunca se había visto un silencio tan ruidoso". "Muchos hablan de olvido cuando deberían hablar de desconocimiento o ignorancia", añadió.

PP LE VE ADSCRIPCIÓN A ICV-EUIA.

El diputado del PP de Catalunya, Jordi Muntanya, aseguró que la oposición de su partido a esta ley "es más de forma que de fondo" y que incluso podría "suscribir la práctica totalidad del contenido", en tanto que su rechazo se dirige más bien a la necesidad de una ley para regular la memoria histórica. Consideró que el texto "nace con una clara adscripción política a un grupo determinado", en alusión a ICV-EUiA. "Señor Saura, no podemos aceptar su historia, queremos la historia de todos", espetó al presidente ecosocialista.

Muntanya consideró que la ley del Memorial "no es una reivindicación de la sociedad civil", sino que sólo pretende "contentar a determinadas asociaciones más movidas por el rencor y el afán de venganza que por su preocupación por la preservación de la memoria". Para el diputado del PP, la ley "nace para adoctrinar a las mentes de las actuales y futuras generaciones de catalanes" y le "falta una verdadera voluntad de reconciliación".

Así, advirtió del "riesgo de favorecer con fondos públicos una visión partidista de la historia reciente" de Catalunya y llamó contra el "sectarismo y el uso oportunista de la memoria". "No creemos históricamente oportuno rescribir la historia mediante una ley" ni abrir "un debate de buenos y malos", añadió.

C'S PIDE NO PONER EL "RETROVISOR".

Por su parte, el presidente de C's, Albert Rivera, explicó el voto en contra de su grupo al considerar que "la mayoría de ciudadanos están por mirar hacia el futuro y no al pasado" y al entender que el repaso histórico "no es función del Parlament". "No se puede construir la democracia con el retrovisor", apostilló.

Tras asegurar que su grupo "no quiere minimizar ningún daño de la dictadura", Rivera denunció que la ley del Memorial "no fomenta los valores democráticos, sino que se dedica sólo a hablar del franquismo y de la Guerra Civil". Así, consideró "un error" que la norma fije un periodo concreto de estudio, entre 1931 y 1980, pero criticó también con fuerza que no se haga ninguna mención "a la principal lacra de la democracia, que es el terrorismo".

El diputado del PSC Josep Maria Balcells aseguró que la ley catalana "no es sectaria, ni partidista ni excluyente" y reprochó al diputado del PP Jordi Muntanya que adoptara en el pleno del Parlament "un tono distinto" a la moderación demostrada en la comisión. "Seguramente son los nuevos vientos que soplan en su partido, con la nueva dirección", apuntó, y le instó a "mirar a la cara de las víctimas y sus familiares" que se encontraban en la tribuna de la Cámara.

Muntanya tomó la palabra para replicar y asegurar su "máximo respeto" a las asociaciones presentes, señalando que cuando voten lo harán "mirando a todos los los ciudadanos", y puso en duda la "pluralidad" de la norma "cuando dos grupos parlamentarios la votan en contra y uno se abstiene". Rivera también se acogió a la posibilidad de réplica para reivindicar que sus dos compañeros diputados "han luchado tanto o más que nadie contra el franquismo".

La diputada de ERC Maria Mercè Roca remarcó la "lástima" que, a su entender, supone que la ley catalana "no vaya acompañada de una ley estatal que condene claramente el franquismo" y que contemple la anulación de las causas sumarísimas del franquismo, como la que condenó al ex presidente catalán Lluís Companys. El portavoz parlamentario de ICV-EUiA, Jaume Bosch, que actuó también como relator de la ley en nombre del Govern, defendió que un organismo como el memorial debe "estar adscrito al Govern de la Generalitat" y aseguró que ello "no supone sectarismo alguno".