Piden 12 años de cárcel por intentar matar a un mosso con una hoja de afeitar en la sala de registros de una comisaría

Europa Press Nacional
Actualizado: miércoles, 17 febrero 2010 9:20

BARCELONA 17 Feb. (EUROPA PRESS) -

La Fiscalía pide 12 años de cárcel para un hombre que, después de ser detenido por estar traficando con droga en la Rambla de Barcelona, intentó matar a un mosso d'Esquadra con una hoja de afeitar que llevaba escondida entre los dedos.

El fiscal le imputa un delito contra la salud pública, uno de resistencia a los agentes y un delito de atentado con instrumento peligroso en concurso con un homicidio en grado de tentativa. La acusación particular, ejercida por el Sindicato de Policías de Catalunya (SPC) a través del abogado Josep Maria Fuster Fabra, también solicita 12 años de cárcel.

Los hechos ocurrieron el 20 de marzo de 2008 cuando una dotación de los mossos detuvo al acusado, Mounir C., mientras vendía droga en La Rambla. Según el escrito de Fiscalía, el procesado "mantuvo en todo momento una fuerte oposición física y violenta a la detención" dando puñetazos y patadas a los agentes. Durante el traslado, Mounir C. se dirigió a los policías con expresiones como "tengo que matar a un secreta".

Una vez en la sala de registros de la comisaría de Ciutat Vella, el acusado se lanzó al suelo fingiendo llorar y pidiendo perdón. Cuando el agente se inclinó para calmarle el procesado aprovecho para agredirle con dos medias hojas de afeitar que tenía escondidas entre los dedos de cada mano, causando al mosso una herida en el cuello de 20 centímetros, por la que además, tuvo que tratarse con retrovirales.

Cuando los otros agentes intentaron reducirle "el procesado siguió con su conducta agresiva y violenta", cortando en el brazo a otro mosso. La Fiscalía solicita una indemnización de 7.800 euros para el primero y de 300 euros para el segundo.

Un portavoz del SPC, David Miquel, explicó que decidieron personarse en la fase de instrucción para presentar cargos de homicidio en grado de tentativa y solicitar la prisión preventiva. Desde el SPC creyeron que la "mejor estrategia no era la de dejarlo correr" tal y como aseguran que hizo la Conselleria de Interior. Destacaron que necesitan que la administración "los apoye" y que en este caso no lo ha hecho.

De hecho, explicaron que la intervención de sus servicios jurídicos fue "decisiva para recalcar diversos condicionantes" que hicieron que finalmente el juez abriera un procedimiento ordinario en lugar de un procedimiento abreviado y que posteriormente decretara prisión provisional para el acusado.

En 2008, después de que se produjeran estos hechos, el SPC envió una carta al conseller de Interior, Joan Saura, al director de servicios de la conselleria, Lluís Torrens, y al director general de Policía, Rafael Olmos, para "poner de manifiesto algunas disfunciones", así como la "necesidad de establecer un protocolo de comunicación efectivo en caso de accidentes laborales".

El caso, explican, no fue comunicado al Servicio de Prevención de Riesgos Laborales ni a las organizaciones sindicales con inmediateza, obteniendo más información a través de los medios de comunicación que por la Conselleria.

También explicaron que si el acusado había podido esconder una cuchilla entre sus dedos, fue debido a que el tipo de registros que se pueden realizar en la calle son "muy superficiales" y no permiten detectar situaciones de este tipo.

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