MADRID, 19 Nov. (EUROPA PRESS) -
El ministro de Fomento y vicesecretario general del PSOE, José Blanco, se mostró hoy "satisfecho" de cómo han actuado los miembros del comité de crisis del Gobierno para lograr la liberación del pesquero 'Alakrana' y aseguró que no se ha planteado qué hubiera hecho él con los dos piratas que fueron detenidos y trasladados a España.
"No puedo responder a esa pregunta porque nunca seré vicepresidente y nunca me lo he planteado", dijo durante un coloquio en el Foro ABC, preguntado, en concreto, si de ser vicepresidente él hubiera ordenado ese traslado.
Acto seguido, quiso dejar claro que "a veces" se olvida "cuál era el objetivo principal" de toda la actuación, liberar el barco, y que éste "se ha conseguido". Por lo tanto, agregó que "como miembro del Gobierno", está "satisfecho" de la actuación del Ejecutivo y "del papel que desempeñaron las personas que tuvieron la responsabilidad de dirigir esta situación".
Y además, opinó que aunque "siempre cabe la autocrítica", ésta quedó ayer "vista para sentencia" ante la actitud del PP y de su presidente, Mariano Rajoy. A éste dijo haberle visto "irritado" en lugar de "satisfecho por haber resuelto un problema" que era liberar a los marineros del 'Alakrana'.
A preguntas del moderador, el 'número dos' del PSOE no reconoció haber visto también "irritación" en los rostros de la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, o del ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba porque ayer, afirmó, él estuvo en Ceuta.
Según dijo, a éstos no les vio, pero a Rajoy sí porque le tiene "especial estima", porque es gallego y porque le hace un "especial seguimiento". "Siempre deseo que esté en buena situación, en buena posición, que goce de sonrisa", afirmó.
"YO DESEO QUE RAJOY CONTINÚE"
Y en este punto, no perdió ocasión de hablar de divisiones en el seno del PP y de dejar claro que el PSOE quiere que Rajoy siga al frente del primer partido de la oposición: "Unos tratan de apuntalarlo y otros tratan de apuntillarlo, yo de verdad creo que todos tratan de sustituirlo y yo lo que deseo es que continúe, por eso deseo que tenga buena cara", aseguró.
Blanco aseguró que a día de hoy, todo el Gobierno opina "lo mismo" sobre el comportamiento de Rajoy, que no está "a la altura", porque su responsabilidad en esta crisis "duró dos segundos".
"Pensábamos que había cambiado su estado natural después de ese apuntalamiento pero hemos visto que ha tardado dos segundos en volver a las andadas", argumentó el ministro, negando así que hubiera alguna discrepancia por el hecho de que el Gobierno agradeciera a Rajoy su responsabilidad durante el secuestro y ayer mismo De la Vega le situara "al lado de los piratas".
El dirigente socialista afeó a Rajoy que pidiera la reprobación de tres ministros antes de escuchar las explicaciones que él mismo exigió del presidente, José Luis Rodríguez Zapatero y sin esperar siquiera a que los marineros lleguen a puerto. "¡Un poquito de paciencia!", exclamó, antes de añadir que "seguramente la ansiedad en este tema es mala consejera".
UN PROBLEMA GLOBAL
Y además, quiso incidir en que lo que "contribuye a la imagen negativa de España" no ha sido el secuestro del buque 'Alakrana' ni la gestión de su liberación", sino el que un problema "de la comunidad internacional" como es la piratería se convierta "en un ajuste de cuentas de la política nacional".
Abundando en esta tesis, avisó a Rajoy de que este asunto "no se puede tratar con frivolidad", porque es "un problema global que no puede tener una solución nacional". De hecho, alegó que ha habido muchos secuestros de buques en la zona, alguno de ellos resuelto con víctimas y muchos de ellos más largos, entre ellos el de un buque de la Alemania cuya gobernante, Angela Merkel, "tanto admira el señor Rajoy", afirmó.
Blanco recalcó que el problema de la piratería en el Índico afecta a toda la comunidad internacional, y que por eso el Gobierno español planteó una iniciativa internacional como fue la operación Atalanta para dar respuesta a ese problema.
Y si de lo que se trata es de hablar de "prestigio" de España, opinó que éste quedó claro cuando el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, dijo que España era uno de los países que más en serio se estaba tomando este problema.