MADRID, 22 Abr. (EUROPA PRESS) -
Agentes de la Policía Nacional han intervenido 4.300 kilos de hachís que se encontraban ocultos en los camarotes de una embarcación que realizaba labores de auxiliar de Salvamento Marítimo, informó hoy el Ministerio del Interior.
Como consecuencia, han sido detenidas quince personas de nacionalidades española, colombiana, rumana y marroquí: los tres tripulantes de la embarcación; el cabecilla de la red y ocho personas que iban a descargar la droga en Ibiza; uno en Valencia; otro en Barcelona; y el propietario de la embarcación en Sevilla.
En los registros domiciliarios se han intervenido, entre otros efectos, 13.000 euros en efectivo, dos kilogramos de cocaína, cinco lanchas neumáticas, cuatro motores fuera borda, seis vehículos, dos remolques, una pistola de fogueo, cartas de navegación y quince teléfonos móviles.
La investigación se inició a mediados del mes de enero, al detectar una organización asentada en Levante y Cataluña dedicada al tráfico de estupefacientes. Este grupo utilizaba una embarcación que realizaba labores de auxiliar de Salvamento Marítimo para transportar la droga desde las costas de Marruecos a Ibiza, amparándose en las labores de auxilio para encubrir la actividad ilícita. Las primeras investigaciones permitieron identificar a varios miembros de la red, entre ellos el propietario de la embarcación.
El barco fue trasladado a finales de enero desde Ibiza a Barcelona para reparar los daños sufridos como consecuencia de haber chocado contra las rocas en un desembarco anterior. Una vez reparado, se trasladó de nuevo a Ibiza para partir de inmediato hacia las costas de Marruecos y cargar durante el fin de semana una importante cantidad de sustancia estupefaciente. Las condiciones climatológicas adversas hicieron que se retrasara el viaje.
El cabecilla de la organización, conocido como Eduard, se había reunido en un chalet de Ibiza con los integrantes de la red encargados de la descarga en tierra hasta la llegada del barco. Al suspenderse la operación Eduard se desplazó a Valencia para cobrar el dinero de un "transporte" anterior. Allí se iba a reunir con la persona encargada de establecer los contactos con la organización en Marruecos, que transportarían la droga en lanchas hasta la embarcación.
Tras varios intentos fallidos de realizar la carga de la droga, el barco se desplazó al puerto de Roquetas de Mar (Almería) donde realizó varias reparaciones. Uno de los tripulantes se fracturó una pierna y fue trasladado a un centro hospitalario, por lo que Eduard se trasladó hasta Almería para buscar a otras personas que sustituyeran a los tripulantes del barco.
Tras abandonar el puerto de Roquetas de Mar (Almería) se dirigieron a un punto próximo a Marruecos. Una vez cargada la droga partieron rumbo a la isla de Ibiza. El barco fue localizado el día el día veintiuno, y con la colaboración de una patrullera del DAVA se procedió a su interceptación y a la detención de sus tripulantes.
En el posterior registro realizado en el arsenal del puerto de Cartagena (Murcia) se intervinieron, ocultos en la zona de camarotes de la embarcación, un total de 137 fardos de hachís con un peso bruto de 4.300 kilogramos.
A continuación se estableció un amplio dispositivo en las ciudades de Ibiza, Valencia, Barcelona y Sevilla donde se detuvo a los integrantes de la red en tierra. La investigación ha sido realizada por agentes del GRECO Levante y el Grupo de Estupefacientes de Valencia, en colaboración con el GRECO Cádiz y el Grupo de Estupefacientes de Ibiza, agentes de Policía Judicial del Aeropuerto del Prat en Barcelona y el DAVA de la Agencia Tributaria. También han prestado apoyo funcionarios del Grupo de Estupefacientes de Almería y Cartagena (Murcia).
