La Policía investigó a la testigo protegida del caso de la muerte de la dueña del pub de Puertollano (Ciudad Real)

Actualizado: miércoles, 1 julio 2009 19:32

CIUDAD REAL, 1 Jul. (EUROPA PRESS) -

La Policía mantuvo abiertas varias líneas de investigación en el caso de la muerte de la dueña del pub Dessiré de Puertollano (Ciudad Real) en agosto de 2006, una de las cuales fue la de la empleada del local que se encontraba con la propietaria cuando ocurrieron los hechos.

Según explicó hoy, en la segunda sesión de la vista oral, uno de los policías que llevó el caso, durante un tiempo, se mantuvo pinchado el teléfono de la mujer, conversaciones grabadas de las que no se dedujo nada relacionado con el crimen, por lo que se dejó de actuar.

En todo caso, uno de los policías que estuvo relacionado con el control de las escuchas reconoció que algunas de las conversaciones se produjeron en portugués, las cuales no fueron traducidas al castellano.

Por otro lado, el hombre que vivía en el piso encima del pub y que vio a un hombre deambular por la puerta del mismo a la hora en que ocurrió el homicidio, dio algunos datos de esta personas, aunque señaló que no le vio la cara, dado la perspectiva que tenía.

No obstante, dijo que andaba lentamente, como abrochándose el pantalón y no llevaba ninguna prenda en la parte superior del cuerpo y que no tenía pinta de ser muy alto ni atlético.

Por su lado, Lucía, la hermana de la víctima, que trabajaba también en el pub, pero que no se quedaba al cierre, dijo que no conocía al acusado y que no tenía memoria de él como cliente habitual.

Parte de la segunda sesión, con las declaraciones de varios policías, se centró en el reconocimiento del acusado en el libro de fotografías de personas con antecedentes por parte de la testigo protegida.

Señalaron que esta mujer no reconoció a nadie el día del crimen, pero sí en una segunda ocasión, doce días después, algo que algún agente atribuyó a que la mujer había dado los datos del procesado para la realización de un retrato robot, retrato que coincidió con el del acusado.

Los policías que siguieron durante algún tiempo al acusado para detenerle, destacaron su complexión atlética y que era muy esquivo, y que evitó por un tiempo huyendo varias veces su arresto.

Para mañana, está prevista la realización de las pruebas periciales de este caso, por el que el fiscal pide 20 años de cárcel por homicidio y robo con violencia e intimidación para Juan Antonio F.B., de 23 años.