Policía reconoce que la camarera acusada no retirar fotos de etarras dijo no ser responsable del local

Actualizado: jueves, 17 junio 2010 17:47


MADRID, 17 Jun. (EUROPA PRESS) -

El agente de la Policía Nacional que acudió hoy como testigo al juicio contra la camarera Ainhoa Ortiz en la Audiencia Nacional, acusada de un delito de enaltecimiento del terrorismo y otro de desobediencia por exhibir y no retirar las fotografías de cuatro presos de ETA en un bar de Pamplona, reconoció que ella dijo que no retiraba las fotografías porque no era la responsable del local.

El fiscal Miguel Ángel Caraballo solicita para ella un año y medio de prisión y ocho de inhabilitación por ambos delitos al considerar que ella "se negó" a retirar las fotografías cuando agentes de la Policía se presentaron en el Bar Ezpala en la capital navarra el 4 de agosto de 2009 y afirma que se presentó como responsable del local.

Por su parte, la acusada, que se negó a responder a las preguntas del Ministerio Público y sólo contestó a su defensa, relató que ella no gestiona el negocio sino que es camarera, que sólo llevaba un mes trabajando cuando se produjeron los hechos y que, cuando los agentes le solicitaron la retirada de las fotografías, les explicó que no podía hacerlo por no ser la encargada del local.

ARCHIVADA LA CAUSA CONTRA EL ENCARGADO

Ortiz agregó que cuando los agentes se marcharon, ella llamó al responsable del local, Antonio Echarlecu --estuvo imputado por los mismos hechos pero finalmente su causa fue archivada--, y le contó lo que había sucedido. Además, explicó que las imágenes estaban ya colgadas cuando ella empezó a trabajar en el bar y que los dos policías tampoco las retiraron, a pesar de que estaban situadas en la pared y cualquiera podía acceder a ellas.

La procesada no firmó el acta de los agentes, algo que a juicio de la Fiscalía es prueba del delito de desobediencia y según la acusada fue por no estar de acuerdo con que se hubiese negado a retirar las fotografías sino que dijo que no podía hacerlo. Según su testimonio, dos días después recogió en una comisaría una copia del acta, que no le entregaron el día de los hechos. El policía aseguró no recordar si en el momento de los hechos se le entregó acta o no.

La abogada de la defensa quiso incorporar a la causa ese documento, con fecha de recogida de 6 de agosto de 2009, pero Carballo lo impugnó por ser "extemporáneo y no ofrecer la más mínima verosimilitud de autenticidad", pues es una fotocopia ordinaria de un documento sin membrete oficial ni ningún dato que permita identificar al funcionario firmante. "Es inverosímil que un funcionario entregue un documento sin membrete oficial ni nada que permita comprobar su autenticidad", remachó.

COLGADAS POR ETXERAT

Según el escrito provisional del fiscal, las fotos eran de "cuatro vecinos del barrio encarcelados por kale borroka o lucha callejera dependiente de la banda terrorista ETA" y, según la declaración del encargado del local, de uno de los miembros de la sociedad que lo administra y un miembro de la asociación ETXERAT --de familiares de presos etarras en Pamplona--, fue esta asociación la que colgó las fotografías.

Además de estas imágenes, en la máquina expendedora de tabaco del bar también había varias fotos de personas relacionadas con actividades de kale borroka y detrás se hallaba una talla homenaje a los presos de ETA con el anagrama de la organización ilegalizada Askatuna.

El encargado del local aseguró que él fue quien retiró las fotografías, y que lo hizo el día 6 de agosto, cuando pudo ver el documento policial que recogía que se podría estar cometiendo un delito de enaltecimiento del terrorismo.

CONCENTRACIONES POR PRESOS

Según la acusación pública, el bar se utilizaba para la realización de actividades relacionadas con los presos de ETA "bajo la cobertura de supuestas actividades culturales", tales como concentraciones de recibimiento a presos, como las que se hicieron el 30 de enero de 2009 a varias personas implicadas en actos de 'kale borroka' tras su puesta en libertad y otra el 13 de mayo de ese año frente a la puerta del bar. En este sentido, el encargado del local subrayó que "dentro del bar no se ha hecho ningún homenaje" y fuera de él, no lo sabe y tampoco es de su competencia.

La defensa solicita la libre absolución de Ainhoa porque, en su opinión, el delito de enaltecimiento del terrorismo tiene que incluir "ensalzar, elogiar, justificar o aplaudir" los actos por los que fueron condenadas las personas de las fotografías, y no únicamente "consentir" que estuviesen unas fotografías colgadas en el local.

"No cualquier exhibición de fotografías de presos de ETA puede considerarse enaltecimiento del terrorismo, las vemos todos los días en los medios de comunicación, por lo que depende del contexto", subrayó.

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