MADRID, 4 Jun. (EUROPA PRESS) - El portavoz del Grupo Popular en el Senado, José Manuel Barreiro, ha confirmado este lunes que su formación presentará enmiendas en el Senado al proyecto de Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2008 y ha rechazado que estén actuando por "revancha". Según ha dicho, está en "disposición de poder mejorar" esas cuentas públicas en "beneficio de la sociedad española". En una rueda de prensa en la Cámara Alta, acompañado entre otros por el secretario general del Grupo Popular, Javier Arenas, Barreiro ha indicado que las enmiendas que presentarán "no son en contra de nadie sino a favor de la ciudadanía española". Dicho esto, ha subrayado también que el PP se ve liberado de cumplir los pactos presupuestarios que alcanzó con las fuerzas políticas que luego lo han roto, según los 'populares', al apoyar la moción de censura contra Rajoy. No ha querido citar nombres, pero el mensaje va dirigido al PNV, a Nueva Canarias y a Coalición Canaria; los dos primeros partidos votaron a favor de Pedro Sánchez y el tercero se abstuvo. De entrada, el PP va a ampliar cinco días más el plazo de enmiendas parciales, hasta el próximo lunes, y va a solicitar además a la Junta de Portavoces y a la Mesa del Senado, que controla con su mayoría absoluta, retrasar el debate de los vetos al proyecto de esta semana a la que viene. Esta decisión se tomará mañana martes. Según Barreiro, el objetivo es dar tiempo a que sea elegido un nuevo ministro de Economía o Hacienda que acuda a la Cámara a defender los Presupuestos. Si Sánchez anunció en el Congreso que por responsabilidad los asumía, que envíe a un ministro a defenderlos al Senado, ha resumido. El portavoz del PP ha recordado que los responsables de Hacienda han acudido tradicionalmente a la Cámara Alta al debate de totalidad de las cuentas y ha retado a Sánchez a mantener la costumbre: puede enviar la semana que viene al nuevo ministro o, si no lo ha designado, hacer que sea el responsable de Hacienda en funciones, Cristóbal Montoro, el que lo haga. José Manuel Barreiro ha insistido en que el PP no quiere "revancha" y ha calificado de "hipocresía tremenda" que el PNV lo interprete así. Los 'populares' van a estudiar las enmiendas a partir de hoy y presentarán las que consideren oportunas "siempre manteniendo el eje central" de la política económica del PP. El portavoz ha asegurado que si tienen algo que negociar con el resto de formaciones será después de registras las enmiendas, no antes. En concreto, con Ciudadanos, que votó en contra de la moción de censura y el PP podría necesitar sus votos para mantener las enmiendas del Senado en el Congreso, cuando vuelvan los Presupuestos a la Cámara Baja. En cualquier caso, el PP necesitaría allá otros apoyos para lograr mayoría simple a favor de las enmiendas del Senado. Fuentes del grupo parlamentario han explicado a Europa Press que han empezado a trabajar ya en las cuentas. Si se pretende dar más dinero a una partida es necesario descontar esa cantidad de otra, mover inversiones de un sitio a otro sin incrementar el gasto total. En este punto no esconden que entre las inversiones en el País Vasco y las de Canarias se pueden superar los mil millones de euros que los 'populares' podrían dedicar a otras comunidades o a otros asuntos de interés general, como mantiene el PP. Por ejemplo, políticas sociales. De esta manera, el debate de los vetos podría quedar eliminado del orden del día del Pleno de este martes y pasar a otro Pleno que se convocaría para los días 11 y 12 de junio, los próximos lunes y martes. A partir de ese Pleno, y puesto que el lunes terminaría el plazo de enmiendas parciales, comenzaría el debate en ponencia y en la Comisión de Presupuestos de esas enmiendas, con el objetivo de tener listo el nuevo texto para el Pleno ordinario previsto a partir del 19 de junio. Es en esa sesión en la que estaba previsto desde un principio que se aprobaran los Presupuestos del Estado y se enviaran al BOE para su entrada en vigor. Ahora que se prevé introducir enmiendas, las cuentas tendrán que volver al Congreso para que esos cambios se confirmen o se rechacen, es decir, se vuelva al texto que aprobó la Cámara Baja con los votos del PP, Ciudadanos, el PNV, UPN, Foro, Coalición Canaria y Nueva Canarias.
