Cree que las víctimas han de actuar con "generosidad" y que la reinserción "refuerza el principio de legalidad"
VITORIA, 5 Jun. (EUROPA PRESS) -
Sara Buesa, hija del dirigente socialista Fernando Buesa, asesinado por ETA en el año 2000, se ha mostrado partidaria de que las víctimas actúen con "generosidad" y de que los presos de la banda sean acercados a cárceles próximas a Euskadi, aunque ha subrayado que también es necesario exigir que quienes han practicado el terrorismo efectúen una autocrítica "clara e inequívoca".
Sara Buesa, vicepresidenta de la Fundación Fernando Buesa Blanco, ha comparecido este martes ante la Ponencia de Memoria y Convivencia del Parlamento Vasco, en la que también ha intervenido el sociólogo Xabier Aierdi Urraza.
Aunque las sesiones de la ponencia se desarrollan a puerta cerrada, Sara Buesa ha distribuido a los periodistas una copia por escrito de su intervención ante este foro, en el que ha alertado de que la principal "asignatura pendiente" en materia de convivencia es "la deslegitimación clara y rotunda del terrorismo de ETA".
Sara Buesa ha subrayado que sería una "equivocación" considerar que el problema del terrorismo ha quedado "resuelto" con la disolución de ETA, puesto que aún es necesario que quienes formaron parte de la banda y quienes les apoyaron, reconozcan que incurrieron en un "error terrible", que causó un daño "irreparable".
La vicepresidenta de la Fundación Fernando Buesa considera que la reparación de las víctimas exige "justicia", por lo que es necesario que los terroristas "sean identificados y asuman la responsabilidad sobre los hechos cometidos y sus consecuencias". En este punto, ha recordado que la autoría de cerca de 300 asesinatos de ETA sigue sin esclarecerse.
"TODAS" LAS VÍCTIMAS
En su intervención, ha recordado que además del terrorismo de ETA, en Euskadi también han actuado otros grupos terroristas como el GAL o el Batallón Vasco Español. Sara Buesa ha destacado que los derechos humanos son universales y que hay que reconocer a "todas" las víctimas, aunque ha precisado que no se debe efectuar una "mezcla" para "homogeneizar" a las víctimas o para "justificar" una u otra forma de terrorismo.
Por otra parte, ha asumido que "la llegada de la paz y el futuro de encuentro exige, sin duda, generosidad por parte de las víctimas". No obstante, ha avisado de que también es necesario que los victimarios efectúen una autocrítica "clara e inequívoca" que "facilite la superación de los procesos de duelo no cerrado".
Sara Buesa, que ya ha defendido esta idea en otras ocasiones, se ha mostrado "de acuerdo" con que los presos de ETA "cumplan sus penas cerca de sus casas" para que sus familias "no sufran" por el alejamiento de los reclusos. Sin embargo, ha lamentado que los allegados de los presos "jamás" hayan efectuado un mensaje "crítico" con el sufrimiento causado por el terrorismo de ETA.
REIVINDICACIÓN "LEGÍTIMA"
En la misma línea, ha afirmado que "cualquier reivindicación que se realice en relación a personas que ha cometido crímenes debería ir acompañada de un mensaje claro, contundente y explícito de rechazo de dichos crímenes". "Hacerlo --ha añadido-- no implicaría renunciar a la reivindicación legítima de acercamiento de sus familiares y de recibir un trato digno y respetuoso con los derechos humanos en prisión. Es más (...), daría coherencia, legitimidad y fuerza a dichas reivindicaciones".
La vicepresidenta de la Fundación Fernando Buesa ha manifestado que las penas privativas de libertad deben orientarse a la "reinserción" de las personas presas. Este principio, según ha señalado, "no se contrapone, sino que en cierto modo refuerza el principio de legalidad en el cumplimiento de las penas, y el principio de reconocimiento y reparación del daño injusto causado a las víctimas".
"IMPOSICIÓN"
Por su parte, Xabier Aierdi ha alertado de que la "imposición" de un determinado relato sobre el terrorismo y el "conflicto vasco" impediría la construcción de una verdadera "memoria" de lo ocurrido, dado que los relatos siempre son "de parte".
Por ese motivo, y aunque se ha mostrado "pesimista" al respecto, ha propuesto a las instituciones que impulsen foros en los que se fomente "el encuentro y la compasión", y en los que se pueda abordar la situación de "todas" las víctimas.
