Sartorius dice que "la derecha no tendrá profunda cultura democrática hasta que no arregle cuentas con la dictadura"

Afirma que el PP es "heredero" de Fraga y creen que una condena del franquismo "le quitaría por lo menos tres millones de votos"

Europa Press Nacional
Actualizado: jueves, 26 abril 2007 20:42

MADRID, 26 Abr. (EUROPA PRESS) -

El vicepresidente de la Fundación Alternativas y ex dirigente de Izquierda Unida, Nicolás Sartorius, afirmó hoy que "mientras en España la derecha no arregle las cuentas con la dictadura, no tendrá una cultura democrática profunda". "Hay que arreglar las cuentas con la dictadura. No sólo la izquierda, que ya las ha arreglado, sino también la derecha, que es la mitad de este país", añadió.

Durante la presentación de su libro 'El final de la dictadura', escrito junto al historiador Alberto Sabio, apuntó que "se equivocan" quienes dicen que estas son cuestiones del pasado "que no interesan a la gente", al tiempo que subrayó que el actual PP es "heredero de Fraga", y reiteró que "se trata de una derecha no ha arreglado cuentas con la dictadura".

Sartorius aclaró que no quería decir que la actual derecha no sea democrática, sino que "no tiene una profunda cultura democrática", algo que se "confirma cuando dicen que esto es algo del pasado o no quieren condenar la dictadura o votar a favor de la Ley de Memoria". Además, aseguró que el PP estima que una condena "radical" de lo que fue el franquismo "le quitaría por lo menos tres millones de votos". "¿Cómo van a condenar el franquismo siendo Fraga su presidente honorífico?", se preguntó.

En su opinión, países como Alemania, Francia o Italia "no serían lo que son, ni tendrían las derechas que tienen, si no hubieran arreglado las cuentas con sus dictaduras". Así, recordó que la derecha francesa se reclama "de la resistencia y la lucha contra los nazis, y en Italia lo mismo", por lo que sentenció que "en España hay que llegar a eso".

Asimismo, puntualizó que, efectivamente, hubo fuerzas de centro derecha liberal "con poca base social" que no estuvieron del lado del franquismo hasta el final, pero matizó que él se refiere a la derecha "hoy dominante, porque si fuera de ese tipo de derecha liberal, no tendría problemas para condenar al franquismo".

"INJUSTICIA DE LOS ACTORES SOCIALES"

Por otro lado, comentó que uno de los ejes del libro -al que se refirió como un "trabajo muy fuerte y serio de investigación"- es que la democracia fue una "conquista de la sociedad, no una carta otorgada desde arriba". Según dijo, España no transitó "como de la infancia a la edad adulta", ya que la democracia "no surgió de la dictadura como algo natural".

Así, explicó que el libro nace del "impulso de tres exigencias". Primero, la "insatisfacción, la insuficiencia e incluso la manipulación" de lo que fue ese período. En segundo lugar, de "cierta injusticia" con los actores sociales, puesto que "nunca se ha reconocido que quien trajo la democracia fue gente anónima que se batió en la calle".

Por último, el autor consideró necesario el libro para "contribuir a la autoestima colectiva", puesto que, a su juicio, "no se le puede decir a la ciudadanía que se le ha otorgado la democracia porque eso no es verdad". Además, resaltó que en sus páginas se critican "tópicos e inexactitudes que se dicen sobre la transición, como asegurar que la democracia llegó casi de manera inevitable gracias a la existencia de una clase media española".

"LA DICTADURA MURIÓ EN LA CALLE"

Según subrayó, otro de esos "tópicos" es decir que la "dictadura murió en la cama". Para Sartorius, "el dictador murió en la cama, pero la dictadura murió en la calle", porque tras su fallecimiento hubo meses en los que en España "siguió habiendo una dictadura". En este punto, recordó que el Tribunal de Orden Público (TOP) "trató más de 4.000 procesos en 1976".

En este sentido, señaló que "durante el Gobierno de Arias Navarro y Fraga hubo una durísima represión, con muchas más muertes de lo que se ha dicho". Por tanto, indicó que la "clave" de la llegada de la democracia "fue la caída" de Arias Navarro, que se produjo "por culpa del movimiento huelguista de principios de 1976". Aseguró que el Rey Juan Carlos "pudo quitar desde un primer momento a Arias Navarro, pero no lo hizo, a pesar de que era un tapón que había que quitar", y reiteró que el "motor" de la transición fue la movilización social "desde abajo, mientras que el Rey fue el piloto y ciertos políticos los copilotos".

Otro momento clave de la transición fue, según recalcó, la legalización del PCE, ya que sin él las elecciones no hubieran sido "creíbles". Subrayó que la idea inicial era "legalizar al PCE tras las primeras elecciones democráticas", pero la "movilización" que siguió a los asesinatos de los abogados laboralistas de Atocha hizo esto "variable", y agregó que las potencias internacionales "intervinieron más de lo que siempre se ha dicho y no siempre en positivo".

ACCESO A ARCHIVOS HASTA AHORA "INACCESIBLES"

Por su parte, el portavoz del PSOE en el Congreso, Diego López Garrido, también presente en el acto, aseguró que este es el libro "más relevante y riguroso sobre este periodo decisivo, y cuenta con un gran rigor en el manejo de los datos". "Lo más destacado es que permite el acceso a archivos públicos y privados, españoles y extranjeros, que eran inaccesibles hasta este momento. Además, habla de un período muy dado a la utilización política sin la preocupación rigurosa de las 800 páginas de este libro", apuntó.

López Garrido explicó que su tesis central es que tras la muerte de Franco la transición "no empieza como algo caído del cielo, sino que Arias Navarro pretendió la continuidad de la dictadura, por lo que fueron el movimiento obrero y otros movimientos sociales los que hicieron posible que se alcanzara la democracia".

En su opinión, "si hubiera sido por Arias Navarro no habría habido ninguna democracia", y agregó que en su mandato hubo incluso una "represión reduplicada". Por tanto, concluyó que los demócratas fueron los que "arriesgaron" al hacer una "apuesta clara por la democracia, no los franquistas". Eso sí, señaló que "el conjunto de la sociedad española estaba por la democracia".

Para concluir su intervención, también reconoció la importancia de la acción "menos visible" de los partidos políticos, así como la del movimiento universitario, el de mujeres y de la prensa. Coincidió con Sartorius al afirmar que el Rey Juan Carlos quiso "desembarazarse" de Arias Navarro "desde el momento de la muerte de Franco", y sentenció que "al final quedó claro que la cuestión no era reforma o ruptura, sino democracia o dictadura".

El otro autor firmante de 'El final de la dictadura', Alberto Sabio, destacó que una de las aportaciones "más destacables" de esta obra es "poder leer documentos sacados de las entrañas de la Dirección General de Seguridad" -de hecho, en la documentación manejada destacan informes policiales y de gobiernos civiles-. Además, lamentó que haya una visión "demasiado inamovible de la transición" y aseguró que fueron años "más duros de lo que parece, de gran violencia y con cierta presencia de involucionismo".

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