BARCELONA, 27 Jun. (EUROPA PRESS) -
Uno de los mossos d'Esquadra que arrestó a Rubén Pérez antes de que otros tres agentes presuntamente le maltrataran en la comisaría barcelonesa de Les Corts ratificó hoy ante la juez que el joven se mostró agresivo cuando le pidió que se identificase y mantuvo que fue detenido en comisaría porque intentó agredir a los agentes que se hacían cargo de él.
El mosso d'Esquadra declaró hoy como imputado ante la juez de Instrucción número 8 de Barcelona, después de que la semana pasada no pudiera comparecer porque estaba de vacaciones. El caso de Rubén Pérez fue destapado por la División de Asuntos Internos de la Policía catalana, que llevó a la Fiscalía los vídeos de una cámara oculta que grabó las presuntas agresiones en la sala de cacheos.
El abogado de la víctima considera que el agente y su compañero habrían cometido un presunto delito de detención ilegal y otro de falsedad en documento público, al redactar un atestado en el que habrían hecho constar falsamente que la víctima había lesionado a dos agentes al ser arrestado y había causado daños en dos coches policiales.
En el caso, sin embargo, están imputados un total de seis mossos d'Esquadra, los dos que arrestaron a Rubén Pérez y un cabo y tres agentes --suspendidos de empleo y sueldo-- que fueron grabados por una cámara oculta en la sala de registros de la comisaría de Les Corts mientras presuntamente propinaban patadas y puñetazos al denunciante.
Según informaron a Europa Press fuentes judiciales, durante su declaración el agente ratificó el atestado policial elaborado tras la detención del joven el pasado 31 de marzo y aseguró, tal y como hicieron sus compañeros, que el denunciante se mostró agresivo cuando se disponían a identificarle porque estaba discutiendo con otros dos jóvenes.
El letrado que representa la acusación particular ejercida por Rubén Pérez, Raúl Huertas, explicó a su salida del juzgado que el mosso contradijo al resto de imputados, ya que afirmó que se puso agresivo una vez en comisaría, motivo por el que fue detenido, y no cuando se disponían a identificarle.
Según Huertas, "parece ser que en un primer momento le invitaron y él accedió amigablemente, sin oponer ningún tipo de resistencia a ser trasladado a comisaría para ser identificado, elemento que choca un poco con el resto de declaraciones".
El abogado afirmó que no entiende cómo es posible que Rubén Pérez diera "un giro de 180 grados" y pasase de estar "en una situación de sumisión para ser identificado", sin mostrar "ninguna agresividad ni problemática ante los agentes", a ponerse violento e, incluso, llegar a agredir a algún mosso d'Esquadra en comisaría, tal y como mantienen los imputados.