MADRID, 5 Dic. (EUROPA PRESS) -
La Sala de lo penal del Tribunal Supremo ha acordado archivar una denuncia presentada por la Fiscalía de la Audiencia Provincial de Lugo contra el senador del PP y ex alcalde de Viveiro César Aja Mariño por uso indebido de la tarjeta Visa del Ayuntamiento al pagar 6.000 euros en concepto de compra de marisco. El alto tribunal adoptó esta decisión al no apreciar que los hechos sean constitutivos de un delito de prevaricación administrativa ni de ningún otro.
En una sentencia hecha pública hoy, el alto tribunal declara, por segunda vez, su competencia para el conocimiento de esta denuncia presentado por la Fiscalía de la Audiencia de Lugo contra el anterior equipo de gobierno del Ayuntamiento de Viveiro, del que formaba parte el ex primer edil de Viveiro. La Sala asumió en un primer momento la competencia de estas diligencias, en virtud de la condición de senador de Aja Mariño.
El Supremo señala que la sanción de la prevaricación garantiza el debido respeto, en el ámbito de la función pública, al principio de legalidad como fundamento básico de "un Estado social y democrático de derecho, pero únicamente frente a ilegalidades severas y dolorosas para respetar coetaneamente el principio de intervención mínima del ordenamiento penal".
La Fiscalía imputó al ex alcalde lucense los delitos de malversación de caudales públicos y falsedad documental relacionados con el supuesto uso indebido de la tarjeta Visa, propiedad del Ayuntamiento de esta localidad.
En su denuncia, señaló que el 23 de diciembre de 1999 César Aja adquirió para su consumo particular, en el restaurante Nito de Viveiro, un total de 6 kilos de bogavante por un valor de 288 euros y 3,5 kilos de centolla por un importe de casi 100 euros. Ese mismo día adquirió también para su consumo en este mismo restaurante un total de 7,5 kilos de centolla por un valor de unos 200 euros y casi 3 kilos de bogavante por un valor de 140 euros.
Asimismo se procuró, ese mismo 23 de diciembre y en el mismo restaurante, de un total de 5,5 kilos de centolla por valor de casi 150 euros y 2 kilos de almejas por un importe de 60 euros. El 30 de diciembre adquirió también para su consumo particular en Nito un total de 1,7 kilogramos de langosta por valor de 133 euros, 2 kilos de percebes por un importe de 216 euros y 2 de bogavante por un valor de 100 euros.
Además, en el año 2000, concretamente el 23 de diciembre, en este mismo restaurante compró 6,5 kilos de bogavante con un precio de 270 euros, 22 kilos de centollo por un valor de 530 euros y 4 kilos de percebes por valor de 384 euros. La Fiscalía también hace contar, el 19 de diciembre de 2001, 20 kilos de centollo por valor de 600 euros, 5,5 de bogavante por un importe de 330 euros y 6 kilos de merluza por valor de 105 euros.
Igualmente, en diciembre de 2002, según se recoge en el mismo informe fiscal, adquirió para su consumo particular en el Restaurante Nito marisco sin especificar por un importe de 525 euros, hasta en dos ocasiones. Por último, el 15 de enero y el 8 de febrero de 2003 también compró marisco sin especificar por un valor, en cada uno de los casos, de 525 euros. En total las facturas ascienden a casi 6.000 euros.
En dichas facturas se hacía constar su abono por "atenciones protocolarias" con el fin, según el escrito de la Fiscalía, de "ocultar su verdadero destino y conseguir, indebidamente, que las mismas fueran cargadas al ayuntamiento".
