Teixidó (CiU) no comparece en la Audiencia Nacional por la presunta vinculación de Planells con la mafia georgiana

Actualizado: martes, 20 noviembre 2007 15:34

El diputado asegura que no ha recibido "ninguna citación" y el juez Fernando Andreu volverá a pedirle que comparezca

BARCELONA/MADRID, 20 Nov. (EUROPA PRESS) -

El diputado de CiU en el Parlament Antoni Fernández Teixidó no declaró hoy como testigo ante el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu, en relación a la presunta vinculación del ex subdelegado del Gobierno en Barcelona Eduard Planells con la mafia georgiana, alegando que no ha recibido "ninguna citación", pese a que desde el juzgado se le envió un telegrama que no ha sido devuelto, según informaron a Europa Press fuentes jurídicas.

Teixidó explicó en un comunicado que no ha recibido "ninguna citación ni indicación, ni del fiscal ni del juez", por lo que es "rotundamente falso que esté declarando" como testigo. No obstante, se mostró dispuesto "a dar la información que convenga en calidad de testigo si el juez lo cree oportuno, sólo faltaría".

Fuentes jurídicas explicaron al respecto que desde el Juzgado Central de Instrucción número 4 de la Audiencia Nacional se envió un telegrama al diputado para informarle de que hoy estaba citado a declarar, mensaje que no ha sido devuelto, aunque tampoco se tiene constancia de si llegó a su destino. Por ello, el juez Andreu volverá a citar a Teixidó, aunque todavía no se ha señalado fecha.

Quienes sí declararon hoy fueron el predecesor de Planells en la Subdelegación, David Bonet, y el considerado número tres de la mafia rusa en España, Malchas Tetruaschvili, detenido durante la denominada 'Operación Avispa'. Cuando comparezca el diputado, el juez le interrogará sobre su posible intervención ante Planells a favor del ruso, en base a las declaraciones del ex subdelegado al respecto.

El pasado mes de julio, Andreu dejó en libertad con comparecencias quincenales a Planells, acusado de prevaricación, falsificación de documentos y cohecho, y a otros cuatro españoles detenidos en el contexto de la operación y sobre los que pesan las mismas acusaciones.

La Fiscalía sospecha que estos miembros de la Subdelegación pudieron facilitar a miembros de la mafia permisos de trabajo a cambio del pago de cantidades económicas.

El juez Andreu abrió una investigación a raíz de la detención en junio de 2005 de 28 miembros de esta organización criminal. Según la Fiscalía Anticorrupción, a raíz de dicha investigación se tuvo conocimiento de la existencia de irregularidades de relevancia penal en la Subdelegación del Gobierno que podrían constituir delitos de prevaricación, cohecho y falsedad en documentos, y cuyo principal responsable sería Planells.

DOS FASES DE LA "OPERACION AVISPA"

La 'Operación Avispa' ha tenido dos fases. En la primera, de junio de 2005, la Policía detuvo a 28 personas, 22 de ellas consideradas 'capos' de las mafias de la antigua URSS, y acusadas, entre otros delitos, de asociación ilícita, blanqueo de capitales y quiebra fraudulenta. En la misma participaron 400 agentes, que practicaron 41 registros y bloquearon 800 cuentas bancarias.

El pasado mes de noviembre, Andreu acordó el ingreso en prisión incondicional de cuatro de los nueve detenidos en la segunda fase de la operación policial desarrollada contra esta red mafiosa, por los presuntos delitos de blanqueo de capitales y cohecho.

Los 'capos' de la mafia georgiana fueron detenidos en el marco de una operación contra grupos criminales organizados de la antigua URSS en las provincias de Barcelona, Alicante y Málaga, que ya estaban creando infraestructuras comerciales y financieras con la constitución de un importante número de sociedades patrimoniales.

Al parecer, estos grupos estaban en estos momentos en una segunda fase de expansión, repartiéndose las zonas de influencia y actuación, en Catalunya, Costa del Sol y Alicante.

Según los investigadores, los mafiosos estaban creando infraestructuras comerciales y financieras, con la constitución de un importante número de sociedades patrimoniales. En concreto, esta red compraba bares, cadenas de restaurantes y coches de gran cilindrada para blanquear dinero procedente de actividades ilícitas realizadas en su país.