Una treintena de militares formará al ejército afgano durante 6 meses

Actualizado: lunes, 20 septiembre 2010 23:36


SANTIAGO DE COMPOSTELA, 20 Sep. (EUROPA PRESS) -

Una treintena de militares de la Brigada de Infantería Ligera Aerotransportada (Brilat) ha partido hacia Afganistán con el objetivo de formar un cuartel general de brigada y dar formación al ejército afgano para que pueda hacerse con el control del país. Conscientes del "riesgo", los soldados encaran "animados" el viaje de nueve horas que los llevará a esta república islámica durante un período no inferior a los seis meses.

Así lo ha indicado, en declaraciones a los medios, el teniente coronel Vicente González Martín, que estará al mando de la operación. Ha explicado que la Brilat tiene "el honor" de inaugurar una misión en la que "acompañará, adiestrará e instruirá" al ejército afgano, ya que, aunque "hay ya alguna mentorización", es el primer contingente español que se encarga de ello.

Su "fin último" y para lo que trabajarán en Afganistán durante, al menos, seis meses, es "instruir" al ejército afgano se haga con el control del país. El "riesgo" que entraña su misión es "similar" al de la labor que llevó a la Guardia Civil a desplazarse a este país de Oriente Medio para dar formación a la Policía afgana y que derivó en el fallecimiento de dos agentes de la Benemérita y de su traductor el pasado mes de agosto.

La zona también es la misma, ya que el "destino final" en esta ocasión es Badghis --en cuya capital, Qala-i-Naw, fallecieron los dos números de la Guardia Civil--, donde está desplegado "el grueso" de las fuerzas españolas, tal y como ha concretado el teniente coronel de la Brilat. Este contingente, formado por 30 personas, en su mayoría mandos del ejército, también se ubicará "en distintos sitios", como Herat y Kabul.

En la puesta en marcha de ese cuartel general en el que se dará formación al Ejército afgano estarán "en solitario" las tropas españolas, según ha avanzado Vicente González Martín, quien, no obstante, ha subrayado que, en la zona, estarán "en permanente contacto" con fuerzas americanas e italianas, principalmente.

RIESGO

"A nadie se le escapa que Afganistán es un país peligroso", ha admitido el responsable de la operación, quien ha señalado que "el riesgo es evidente". En todo caso, ha matizado que "no es mayor" que al que se enfrentan "otros compañeros que están allí desplegados" y ha destacado que los militares que este lunes parten del aeródromo militar de Lavacolla se van "animados".

"Es nuestro trabajo y, normalmente, cuando algo se sale de la rutina diaria se acoge con mucha ilusión y ganas", ha enfatizado, tras subrayar que esta misión es "un reto" y "un desafío". "Queremos hacerlo y queremos hacerlo bien", ha recalcado, y ha anticipado a continuación que el próximo desplazamiento previsto para la Brilat será "en noviembre".

La presencia de este contingente en el país islámico está amparada por varias resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y por la petición del propio Gobierno afgano.

DESPEDIDA

Pese a las palabras de tranquilidad del teniente coronel, en el aeródromo militar se congregaban alrededor de 50 personas que acudieron para despedir a sus familiares y amigos que parten hacia Afganistán.

Aprovecharon hasta el último momento en que debieron embarcar, en torno a las 20.25 horas, para hablar, abrazarse y sacarse fotos. El momento de su partida arrancó el sonoro llanto de los más pequeños, si bien no eran pocos los familiares que no podían contener las lágrimas ante la inminente marcha de sus seres queridos, que saludaban desde lo alto de la escalerilla.

Sobre las 20.50 horas despegó el avión y los más enteros se despidieron con la mano de los 30 militares --dos de ellos, mujeres-- y, cuando ya no podía verse su estela, trataron de consolarse mutuamente entre abrazos.

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