MADRID, 5 Dic. (EUROPA PRESS) -
El Tribunal Militar Territorial Primero ha comunicado al Gobierno que considera conveniente que se modifique el Código Penal Militar para reducir la pena mínima que se aplica a los condenados por el delito de deserción en virtud del artículo 120.
El tribunal realiza esta recomendación en una sentencia en la que confirma la pena de dos años y cuatro meses de prisión para un ciudadano que decidió abandonar la Armada al comprobar que el primer destino que le asignaron como marinero profesional no era el que había solicitado y manifestarle su malestar a su mando en la corbeta Cazadora, con base en Cartagena (Murcia).
En su sentencia, publicada por la Revista Jurídica Militar y recogida por Europa Press, el juzgado castrense ratifica la condena impuesta inicialmente al marinero al considerar probado que abandonó su destino en septiembre de 2001 tras comunicarle al comandante de la corbeta que se sentía engañado por haber sido destinado como mecánico cuando él había solicitado ser buceador de combate, pero pone de manifiesto que el Gobierno debería modificar el Código Penal Militar para disminuir la pena mínima de prisión que se impone a los condenados por deserción, fijada en dos años y cuatro meses.
El tribunal explica en su escrito que ha comunicado por conducto oficial al Ministerio de Defensa la "conveniencia de modificar" el artículo 120 del Código Penal Militar, el relativo al delito de deserción, "en el sentido de disminuir o aminorar la duración temporal mínima de la pena", "rebajando el mismo hasta el que se considere más adecuado o proporcionado".
El marinero desertor fue arrestado el 8 de marzo de 2006 por las Fuerzas de Seguridad y su defensa solicitó su libre absolución y, de forma alternativa, que se le aplicara la pena mínima estipulada para el delito de abandono de destino, contemplado en el artículo 119 del Código Penal Militar y penado con entre tres meses y un día y tres años de prisión. En la fecha de su detención, en marzo de 2006, el condenado residía en Benidorm y trabajaba como buzo en una piscifactoría, aunque tenía su residencia fijada en Salamanca.
