El TS confirma la condena a 64 años para el asesino de Jenny Lara y sus dos hijos en Alzira (Valencia)

Actualizado: viernes, 26 octubre 2007 19:10

VALENCIA, 26 Oct. (EUROPA PRESS) -

La sala segunda de lo penal del Tribunal Supremo (TS) ha confirmado la condena de 64 años de prisión para Ismael Pablo Rodríguez, el hombre que asesinó a la que había sido durante 13 años su compañera sentimental, Jenny Lara, y a sus dos hijos, de cinco y siete años, tras provocar un incendio en la vivienda en la que residían en la calle Juan XXIII de Alzira (Valencia).

En una sentencia hecha pública hoy, el alto tribunal desestima todos los recursos de casación interpuestos por el asesino, tras ser condenado por la sección primera de la Audiencia Provincial de Valencia por delitos de asesinato y quebrantamiento de medida cautelar, mientras que estima parcialmente uno de los recursos formulados por la acusación popular, la Asociación 'Clara Campoamor', por lo que declara que los beneficios penitenciarios, los permisos de salida, la clasificación en tercer grado y el cómputo del tiempo para la libertad condicional del asesino se referirán a la totalidad de las penas que le fueron impuestas.

La Audiencia también le condenaba a pagar una multa de 4.320 euros por quebrantar la medida que le impedía acercarse a su ex pareja y a pagar 120.000 euros a los herederos de Jenny Lara, con la que tenía un tercer hijo mayor que vivía con él. Al amigo de la víctima, que se encontraba en la casa en el momento de los hechos y que sufrió quemaduras de primer grado en las manos, le fijó una multa de 210 euros en concepto de indemnización.

Según consta en la sentencia, Ismael Pablo Rodríguez acudió el 30 de abril de 2004 al domicilio de su ex pareja con una bolsa de gasolina. Utilizó las llaves de su hijo mayor para entrar en el portal y subió al cuarto piso, donde arrojó la gasolina por debajo de la puerta de la vivienda de Jenny Lara, "aún sabiendo el riesgo vital que corrían sus hijos menores".

El hombre prendió fuego y provocó un rápido incendio en el interior de la vivienda que se propagó por deslizamiento de la gasolina hacia la habitación donde dormía Jenny y sus hijos. En cuanto ésta se despertó y se dio cuenta del fuego y del humo, empezó a pedir ayuda, llamando a su amigo que se encontraba en la sala de estar y asomándose a la ventana.

Sin embargo, su amigo no pudo acercarse a las habitaciones al estar todo oscuro por haberse quedado sin luz y dado que las llamas ya se encontraban en el recibidor. También intentó proporcionarle toallas mojadas y desplazar un gran sillón pero no lo consiguió.

El joven amigo de la víctima fue rescatado por los bomberos al poder acceder al balcón de la vivienda. José Antonio Núñez, quien sufrió varias quemaduras y una leve intoxicación por gases tóxicos, hubiera fallecido si no se hubiera colocado en el balcón, lugar al que no pudieron acceder Jenny y sus hijos menores de edad al impedirle el fuego la salida de la habitación en la que se encontraban.

Posteriormente, sobre las 5.00 horas del mismo día, agentes de la Policía Nacional se personaron en la vivienda del ex marido de la víctima, quien finalmente accedió a salir. Durante el trayecto en coche hasta la comisaría les manifestó que "lo que mal empieza, mal acaba... claro, como es una puta te busca la ruina".