El ex presidente aboga por "mejorar" el sistema financiero actual y pide "paciencia" ante la coyuntura económica
SANTANDER, 3 Jul. (EUROPA PRESS) -
El ex presidente del Gobierno, Felipe González, aseguró hoy en Santander que "lo peor" de la crisis, que sería una "depresión mundial", no se va a producir ya que para que ésta sea "global" deben estar en recesión, además de los países centrales --Estados Unidos, la Unión Europea y Japón--, las economías emergentes como China, India o Brasil, algo que "no es previsible".
Así, aunque reconoció que estos últimos van a crecer a un menor ritmo por la coyuntura actual, González destacó que, "por primera vez", los países emergentes "van a pagar menos" las consecuencias de la crisis mundial que las economías centrales "que han provocado la crisis, empezando por Estados Unidos".
"Realmente no lo temo; no hay ningún fundamento para que entremos en una recesión mundial", aseguró el que fuera jefe del Ejecutivo español entre 1982 y 1996. Sin embargo, advirtió de que "no se está haciendo lo suficiente" para salir de la crisis por lo que algunos países podrían pasar por un "periodo de depresión". "Depende de lo que se haga", recalcó.
González se pronunció en estos términos durante la clausura del curso 'Lo peor no es inevitable. Literatura, Economía y Política en la gran crisis' de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP). En su intervención, en la que habló de 'La política de la gran crisis', afirmó que la situación actual es "delicada" por lo que se necesita una respuesta global, además de actuaciones y respuestas en los ámbitos nacional, regional y local.
En este sentido criticó que tras la petición del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, a los países del G-20 de que se hiciera un "esfuerzo anticíclico" para paliar una situación de "emergencia", finalmente "sólo" lo haya hecho el propio EEUU.
No obstante, reconoció la existencia de "inconvenientes" como, por ejemplo, que "no sabemos lo que pasa" en el sistema financiero, sino que sólo conocemos "lo que ha pasado". "Es muy difícil actuar sin saber", señaló González, al tiempo que consideró que el "problema" de comprensión de lo que pasa es la "primera crisis gorda" de la sociedad del conocimiento. A su juicio, la "revolución" de la información ha supuesto "romper la barrera del tiempo y del espacio para la comunicación entre los seres humanos". También dijo que esa comunicación "en tiempo real" gracias a las nuevas tecnologías es el "éxito mayor" del ser humano.
Así, el ex presidente defendió que se ha producido un cambio "copernicano" tanto en la percepción de la vida como en el comportamiento de los seres humanos.
MEJORAR EL SISTEMA FINANCIERO
Respecto a la crisis, insistió en que es "sistémica y global" por lo que, en vez de "discutir" sobre "quién tiene la culpa", se debe buscar una respuesta para "mejorar" el actual sistema financiero. Y es que, a su entender, el mercado actual "funciona" pero "lo que no funciona es la política". Por ello, abogó por implantar normas globales en los mercados ya que Obama "solo" no puede.
Al "problema" financiero se añade el hecho de que en Europa no existe una "sensación de emergencia" ante la coyuntura económica y se toman decisiones "como si no estuviéramos en una situación de emergencia".
En relación al flujo de dinero, indicó que se ha pasado de una fase en la que "todo era jauja" a un periodo caracterizado por el recorte en la concesión de créditos. Ello supone, en primer lugar, un perjuicio para la economía real y, después, para el propio sistema financiero porque, debido a un "círculo maldito", disminuye la capacidad de negocio.
PACIENCIA
Pese a todo, animó a la sociedad a tener "paciencia" en relación al final de la crisis. Al respecto, subrayó que al igual que todos los organismos internacionales están "cada dos meses" corrigiendo sus pronósticos "a peor", "habrá un momento" en que los cambien "a mejor". Mientras eso ocurre, "hace falta cambiar el estado de ánimo".
Sobre el origen de la crisis, González señaló que "estamos en este lío" porque Estados Unidos "decidió" que sólo "servía" el mercado, y que "los ciudadanos no existían". Criticó así la decisión de la anterior Administración de George Bush de que "lo mejor era no intervenir" en el mercado y aplicar el principio de que "esto va a funcionar solo y, cuando falle algo, se solucionará". Algo que, destacó, no ha ocurrido por lo que, ante una crisis que se comporta como una "pandemia", la política ha tenido que ir "al rescate" del sistema financiero. "El sector público tiene que salir la rescate de lo que se ha hundido", apostilló.
EUROPA
El ex presidente español también fue crítico con el papel que juega Europa en el contexto internacional ya que no se está aprovechando su "inmenso valor". Es más, en su opinión está en un proceso de "dulce decadencia" ya que tampoco está "funcionando" dentro del G-20.
Defendió que la Unión Europea debería tener "una sola voz" y no 2 y que ese interlocutor "represente a todos" los países miembros. También censuró que, en el ámbito financiero y económico, haya 27 normas y sistemas de control distinto "para los mismos actores", algo que tachó de "estupidez".
