Actualizado: jueves, 15 abril 2010 14:26


BRUSELAS, 15 Abr. (EUROPA PRESS) -

El secretario de Estado de Cooperación Territorial, Gaspar Zarrías, defendió su presencia en el acto celebrado el pasado martes en la Universidad Complutense en apoyo del juez Baltasar Garzón como un ejercicio de "libertad de expresión" frente a lo que considera una "cacería" y dijo que es el líder del PP, Mariano Rajoy, el que debería dimitir por tolerar la corrupción en su partido.

Rajoy dijo este miércoles que Zarrías "no debería seguir como secretario de Estado ni un minuto más" por su presencia en el acto de la Complutense, que a juicio del PP fue "claramente antidemocrático".

"Yo asistí al acto de la Universidad Complutense de Madrid como ciudadano español y como militante del Partido Socialista al que representaba en el mismo. Si alguien tiene que presentar la dimisión es aquel que no es capaz de pedírsela al señor Bárcenas, que sigue sentado en el escaño del Senado, o al señor Merino, que sigue sentado en el escaño del Congreso. El que tendría que presentar la dimisión es el señor Rajoy, que no vale para esto", dijo Zarrías en declaraciones a la prensa.

A su juicio, la petición de dimisión que le ha dirigido el PP es un intento de "distraer a la opinión pública de la grave situación que vive la derecha y el Partido Popular, donde la corrupción le llega a los ojos, donde en cada lugar donde gobierna el PP con un poder absoluto -Galicia antes y ahora, Castilla-León, Valencia, Madrid, Baleares- la corrupción florece como por esporas".

FINANCIACION ILEGAL CON RAJOY

"Rajoy es una persona que ha dirigido las campañas electorales en las que hubo financiación ilegal", resaltó Zarrías. "Lo que nadie se cree es que una persona que ha dirigido una campaña no sepa de donde vienen los fondos para esa campaña. Si no lo sabe es peor", señaló.

El acto en defensa de Garzón no fue para Zarrías un ataque a los tribunales de justicia sino un acto de "libertad de expresión de unas personas que no entienden la tropelía que se intenta hacer con el juez Garzón, que entienden esa actitud como una injusticia". "Es paradójico que quien investiga a la Falange sea sentado en el banquillo por los herederos políticos de aquellos que cometieron múltiples asesinatos durante la Guerra Civil y posteriormente", afirmó el secretario de Estado.

Zarrías aseguró que no comparte "al 100%" todas las intervenciones que se realizaron en el acto de la Complutense, pero sí el fondo de la reunión: manifestar que "lo que se está haciendo con el juez Garzón es una cacería absolutamente injusta", cuyo objetivo es "intentar trasladar a la opinión pública que todo aquel que se mete en determinados temas termina mal".

"Y eso es algo que creo que en un país como el nuestro no podemos permitir. Yo no voy a callarme porque simple y llanamente creo que ejerzo un derecho, como cualquier ciudadano en un país libre (*), aunque no le guste al señor Rajoy", insistió el secretario de Estado de Cooperación Territorial.

"En mi casa se vivió con dureza la posguerra. En la mesa del comedor de mi casa se hablaba mucho de esto. Ni a mi padre, ni a mi abuelo materno que estuvo 14 años en la cárcel -mi otro abuelo no pudo porque estaba en una fosa común- en ningún momento, ni en las peores circunstancias les oí una palabra de revanchismo, de venganza. Todo lo contrario", explicó.

"Pero las heridas hay que cerrarlas, y para cerrar bien una herida hay que limpiarla, desinfectarla, porque si se cierra mal al final vuelve a doler", dijo.

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