Los controles de droga son complementarios a los que la policía realiza para detectar la alcoholemia
PAMPLONA, 25 Nov. (EUROPA PRESS) -
El 83,3 por ciento de los positivos en droga detectados en los controles que realiza la Policía Municipal de Pamplona a conductores los provoca el tetrahidrocannabitol, una sustancia psicoactiva del cannabis. La cocaína es la segunda droga que más positivos provoca, ya que tiene presencia en un 25 por ciento de las pruebas realizadas con resultado positivo.
Además, el 88% de los conductores a los que se detectó esta sustancia habían ingerido otros estupefacientes como anfetaminas, éxtasis u opiáceos. Las anfetaminas y metanfetaminas se encontraron en el 16,6% de las pruebas positivas, derivados del opio en un 5,5% y drogas sintéticas como MDA o el MDMA en un 2,7%.
Así lo ha expuesto el Ayuntamiento en una nota, en la que explica que la Policía Municipal de Pamplona realiza controles de drogas desde septiembre de 2008 y son complementarios a los que se hacen para alcoholemia. Es decir, no se hacen controles específicos únicamente para detectar si un conductor ha consumido sustancias estupefacientes, sino que se llevan a cabo una vez que el conductor ha sido parado para realizar el control de alcoholemia y el policía ve indicios de un posible consumo de drogas.
El 84,4% de las pruebas de detección de droga que la Policía Municipal ha realizado en lo que llevamos de año a conductores han dado resultado positivo. La cifra contrasta con los controles de alcoholemia, que son aleatorios y no necesitan de indicios de consumo de alcohol para realizarse, y que registran un 3,6% de resultados positivos.
DETECCIÓN A TRAVÉS DE LA SALIVA
Los controles se llevan a cabo en cuatro casos: por la implicación del vehículo en un accidente, tras cometer una infracción de tráfico, por conducción de forma sospechosa o de manera preventiva. La policía practica primero el control de alcoholemia y, en el caso de que haya incidios de consumo de estupefacientes, realiza el control de drogas al conductor. A requerimiento de la policía, el conductor tiene la obligación de someterse a estos controles, ya que la negativa constituye delito.
El control de droga se realiza mediante un bastoncillo (hisopo) que se introduce en la boca del conductor para que se impregne de su saliva. El bastoncillo se introduce después en un bote con una solución química. La mezcla se coloca en un lector que dibuja una serie de líneas rojas junto al nombre de diferentes tipos de drogas. Si el conductor ha consumido alguna de las sustancias esa línea roja no aparecerá.
