Un total de 1.587 personas han solicitado ayudas para la dependencia en el departamento de Bienestar Social

PAMPLONA, 8 Mar. (EUROPA PRESS) -

El departamento de Bienestar Social ha recibido ya 1.587 solicitudes de dependientes navarros que piden subvenciones para contratar a una empresa de servicios o para el entorno familiar que le presta los cuidados que necesita.

Bienestar Social ha recibido este número de solicitudes desde el 1 de enero, cuando entró en vigor la convocatoria de subvenciones del Gobierno de Navarra para grandes dependientes y dependientes severos, un colectivo que suma alrededor de 8.000 personas en la Comunidad foral, según informó la consejera Maribel García Malo en la comisión de Bienestar Social del Parlamento, a petición de IUN.

Según recalcó la consejera, estas ayudas no están relacionadas con la aprobación de la Ley de Dependencia, al contrario, se trata de una iniciativa en la que Navarra ha sido "pionera". Así, la convocatoria de estas ayudas está sujeta a la ley foral de subvenciones de 2005. Sin embargo, a partir del 1 de enero de 2008, las ayudas perderán el carácter de subvención y se regularán por una norma reglamentaria, una vez esté desarrollada la cartera de servicios prevista en la Ley Foral de Servicios Sociales.

Por el momento, de las 1.587 solicitudes, el departamento ha concedido ya 553 ayudas y ha denegado 232. El 59 por ciento de las denegadas lo han sido por no tratarse de personas dependientes, el 23 por ciento por superar el límite de renta, el 16 por ciento por superar el límite de patrimonio y el 1 por ciento por estar las personas solicitantes ingresadas en residencia.

Las subvenciones que ha aprobado el Gobierno son de dos tipos: el primero, ligado a la adquisición de servicios, que contribuya a la generación de empleo; y el segundo, ligado a los cuidados por parte de la familia cuidadora. La cuantía de las ayudas oscila entre los 365 euros y los 746 euros en la contratación de servicios y entre 365 y 568 euros en las ayudas directas a los cuidadores familiares.

De las 553 ayudas concedidas, Bienestar Social ha pagado ya a 246 personas, 16 que han elegido la modalidad de prestación de servicios y 230 que han elegido la modalidad de cuidados en el entorno familiar. El pago a estas personas correspondiente al mes de febrero es de 122.314 euros y el pago anual de estas ayudas ascenderá casi a 1,3 millones de euros.

La cuantía media de las ayudas concedidas es de 640 euros mensuales para la modalidad de prestación de servicios en el caso de las personas grandes dependientes y de 530 euros en el caso de las personas con dependencia severa. Para la modalidad de cuidados familiares, la medía es de 499 euros para las grandes dependientes y de 408 euros para las dependientes severas.

Todos los grupos de la oposición coincidieron en advertir de que la modalidad más elegida por los ciudadanos es la de ayudas a los cuidadores y defendieron, en cambio, la importancia de que se fomente la contratación de servicios para "hacer que aflore el trabajo sumergido de las cuidadoras".

En este sentido se pronunció la portavoz de IUN, Ana Figueras, quien apuntó que "el espíritu de la Ley de Dependencia aprobada en Madrid era favorecer la prestación de cuidados como un trabajo remunerado y de calidad, con contrato en la Seguridad Social". "En Navarra no vamos por el mismo camino", lamentó.

En esta línea, la parlamentaria del PSN Aurelia Lumbreras explicó que la ley estatal contempla el pago de ayudas directas solo con carácter extraordinario precisamente "para sacar a la luz el trabajo sumergido que principalmente soportan las mujeres".

Por parte de EA, Elena Santesteban valoró que el Gobierno foral haya "institucionalizado" las ayudas a los dependientes pero consideró igualmente que es necesario potenciar la atención domiciliaria "y entonces las mujeres podrían plantearse su vida personal y profesional".

La consejera respondió a los grupos que "tanto ha preocupado" a su departamento favorecer la contratación de servicios que "se han primado con un 10 por ciento las ayudas económicas de esta modalidad", pero recalcó que "la realidad es muy tozuda, y lo que quieren los dependientes y sus familias es utilizar la otra modalidad".