Economía/Empresas.- Boeing completa varios trabajos en el 787, cuya primera prueba de vuelo realizará a finales de año

Actualizado: lunes, 16 noviembre 2009 14:54


EVERETT (EE.UU.), 16 Nov. (EUROPA PRESS) -

Boeing sigue su avance en la carrera hacia el primer vuelo del 787 Dreamliner, cuyas primeras pruebas de motor ya han finalizado, y está completando el refuerzo de la zona que une el ala con el fuselaje, para realizar las "pruebas funcionales necesarias" con vistas a realizar la primera prueba de vuelo a finales de este año.

El fabricante estadounidense de aviones ha completado en las instalaciones de Everett, en Washington, los refuerzos del fuselaje lateral de otros dos 787 Dreamliner, uno de ellos designado para la prueba del primer vuelo, según informó hoy la compañía.

Esta modificación, que se completó el pasado 11 de noviembre, implica la instalación de mobiliario nuevo en 34 localizaciones donde el ala se une al fuselaje. La compañía está trabajando en el fuselaje de prueba estática para adaptarlo a la instrumentación necesaria para la prueba.

"Nuestro foco está ahora en completar la prueba estática a finales de este mes, que validará la modificación", afirmó el vicepresidente y gerente del programa del 787, Scott Fancher, quién señaló que "cada vez está más cerca el primer vuelo", ya que el programa está "en vías de poder realizarlo antes de finales de año".

El 787 de Boeing es el primer avión comercial fabricado principalmente con materiales compuestos, diseñado para operar vuelos de largo alcance con una capacidad prevista de hasta 350 pasajeros.

El fabricante espera realizar su primer entrega para el cuarto trimestre de 2010. El número total de pedidos de este modelo asciende a 840 unidades, procedentes de 55 clientes, incluidas las diez cancelaciones producidas al cierre del tercer trimestre.

Boeing ganó 44 millones de dólares (29,4 millones de euros) en los nueve primeros meses del año, lo que supone un 98,4% menos con respecto al mismo periodo del ejercicio precedente, cuando contabilizó 2.758 millones de dólares (más de 1.840 millones de euros), por el impacto de los retrasos en los programas 787 y 747.