MADRID 28 May. (OTR/PRESS) -
Las realidades modernas son muy complicadas y los periódicos vienen cargados de preguntas (aunque estas desaparezcan inmediatamente por los cerebros gruyere de los políticos, únicos seres que no resultan complicados). A excepción de la renaciente Alemania, que siempre tuvo dificultades para pensar en dos cosas a la vez, ahora mismo no hay un país que tenga las ideas claras. El despiste Rajoy, el duelo de sillones Rajoy, el gran debate ideológico Rajoy, tiene correlatos en diversas geografías europeas. La mitad de los artículos de la prensa inglesa se dedican a idear modos de librarse de Gordon Brown y los belgas esperan la hora de mandar a hacer puñetas a Yves Leterme y a un ministro que tiene tan sincero que cada día les crea un follón con las colonias. Es verdad que Rajoy no es ni va a ser primer ministro, pero Leterme o Gordon Brown no deberían haberlo sido nunca. Y ahí está el problema. Los que deberían actuar no actúan pero los que actúan sería mejor que se quedaran quietos.
Mientras tanto, los problemas se acumulan. ¿Qué hacer con las finanzas, los créditos, el mercado de derivados y los bancos, que, según Buffet, el hombre más rico del mundo, tienen la culpa de todo? ¿Hay que aumentar la producción de petróleo? ¿Hay que bajar los impuestos y aparentar que no pasa nada hasta que nos hundamos del todo? ¿Es verdad que el petróleo tiene que llegar a los 200 dólares el barril y que eso será buenísimo? ¿Hay que ayudar a los empresarios del ladrillo o dinamitar todas las construcciones antiecológicas y catetas que han parido? ¿Hay que montar centrales nucleares que nos conduzcan al apocalipsis, parques eólicos que ahuyenten a las aves y alboroten las aldeas próximas o hay que carburar con remolachas aunque nos quedemos sin comer? Puestos a no comer, ¿no se podría convencer a los países emergentes de que comieran menos para que bajara el precio de los alimentos?
A cada uno, en su situación, se le ocurrirán preguntas igual de transcendentes. ¿Qué deben hacer Ana Obregón o la hermana Telma para librarse de la prensa colorín? ¿Qué debe hacer el presidente Mbeki de Suráfrica para acabar con sus negros racistas sin retirar su apoyo al dictador Mugabe que ha precipitado el exilio masivo de sus compatriotas? ¿Qué deben hacer en Canarias para librarse de los 20.000 emigrantes que los ahogan y acoger a los 9 millones de turistas que les dan aire? ¿Hay que deportar a Argentina al Chikilicuatre? Y, aunque parezca importar poco, ¿no se pueden reducir los accidentes de la construcción?
Agustín Jiménez.