MADRID 2 Jun. (OTR/PRESS) -
No se trata de que me pase la semana esperando la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros, pero debo reconocer que los viernes tienen dos nuevos alicientes: escuchar como la vicepresidenta contesta a casi todo sin constatar casi nada y -siento confesarlo- admirar el modelo que doña Maria Teresa decida para la ocasión. Si lo primero es una lección de retórica algo complicada pero al parecer eficiente, lo segundo saca de mí la maruja/o que, dígase lo que se diga, todos llevamos dentro. Y lo bueno es que doña María teresa casi nunca defrauda.
Es la vicepresidente mujer con estilo propio, enjuta, escasa en ademanes y mirada impertérrita y casi perdida. A la hora de vestir parece que le va más el pantalón que la falda y, afinando un poco, tira a lo ceñido más que a lo holgado con especial predilección por las prendas de cuellos altos y colores vistosos. Alguien más experto que yo debería realizar un estudio de esa comunicación que todos hacemos según nuestro estilo y que en el caso de la vicepresidenta resultaría seguramente apasionante porque -al margen de gustos personales- hay que reconocerle estilo propio y personalidad acreditada.
Luego viene lo de la rueda de prensa; ahí hay que reconocer que es como un cero a la izquierda pero no por falta de inteligencia sino por voluntad propia: es que quiere ser un cero a la izquierda. Le preguntan hasta la saciedad por lo que va a pasara con de Juana, que tiene en un ay a la sociedad española, y responde segura y taxativa: se cumplirá la Ley, "en democracia los gobiernos y los ciudadanos debemos tener plena confianza en la ley, instituciones y el estado de Derecho". Y se queda tan contenta y de ahí no hay quien la saque. Hasta las reprimendas al PP son ya previsibles y forman parte del guión de cada viernes. Lo que no termino de entender es para que se hacen ruedas de prensa y, en todo caso, ya que se hacen y que las respuestas a los temas candentes son las que son, propondría insistir en la letra pequeña de lo aprobado en el Consejo, por ejemplo, en este ultimo, la autorización de la inclusión de nuevos conservantes en turrones y mazapanes o el acuerdo con Brasil sobre seguridad de la información clasificada y -ya mas en serio- la condonación de la deuda a Mauritania, Uganda y Etiopía. Al menos son decisiones que te reconcilian un poco con el mundo.
Y no sé si en la rueda de prensa o por libre, pero todo parece indicar que el Gobierno y la Federación Española de Religiosos de la Enseñanza-Titulares de Centros Católicos (FERE-CECA) se han puesto de acuerdo para impartir (y si no se imparte se abrirá expediente) la polémica asignatura "Educación para la ciudadanía". Nunca he entendido -más que en clave partidista o artificial- los problemas con esta materia que se empieza a rechazar por los sectores de la Iglesia y la derecha cuando ni siquiera se sabía qué iba a ser exactamente. Creo que José Antonio Marina esta redactando o ha redactado ya uno de estos textos. Si a estas alturas Marina resulta sospechoso, pues casi nos vamos y que el ultimo ni apague la luz porque todos andaríamos en tinieblas.
Andrés Aberasturi.