Actualizado 22/05/2008 02:00

Antonio Casado.- Leña al mono

MADRID 22 May. (OTR/PRESS) -

Cayó "Thierry" (Javier López Peña), la pieza más cotizada en el aquí y ahora de la lucha antiterrrorista. Según el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, era el dirigente con mayor peso político y militar de la banda terrorista. Tan excelente noticia nos permite celebrar una alegría más de las que ultimamente nos vienen dando las Fuerzas de Seguridad del Estado.

Fue en Burdeos, cuando López Peña estaba reunido con tres colaboradores. Todos detenidos, claro. Como no es nada probable que los agentes de la Gendarmería francesa y la Guardia Civil española hubieran sido invitados a la reunión, se abre paso una luminosa moraleja: los etarras están cada vez más vigilados y el consorcio policial hispano-francés funciona a pedir de boca.

Una segunda moraleja. Como el tal "Thierry", con rango de primer actor en el desdichado proceso de diálogo y su posterior ruptura, aunque más decisivo en la ruptura que en el diálogo, estaba siendo controlado por nuestros servicios de información desde hace algún tiempo, es lógico deducir que se ha elegido el mejor momento para detenerle pensando en los efectos multiplicadores.

Por un lado, con más detenciones, cosa que ya hemos comprobado con el paso de las horas. Y por otro, con un arsenal de datos que, en manos de las Fuerzas de Seguridad, harán mucho más difícil la recomposición de la cúpula de la banda. Aunque no tenemos ninguna duda de que los etarras volverán a intentarlo, y muy probablemente a conseguirlo, como ha ido ocurriendo cuando Eta ha sido policialmente decapitada, cada vez lo irán teniendo más difícil. Pero el deber de la Guardia Civil y de la Policía Nacional es seguir aplastando el huevo de la serpiente tantas veces como sea necesario, hasta la definitiva derrota de la banda.

"Este es el camino adecuado y lo apoyaremos siempre", dice Soraya Sáenz de Santamaría, portavoz parlamentaria del PP, mientras apelaba de nuevo a la unidad antiterrorista, horas depués de conocerse las detenciones de Burdeos. Por su parte, el número dos del PSOE, José Blanco, ha dicho que las detenciones son un "ovillo del que hay que tirar hasta conseguir que todos los terroristas acaben en la cárcel". Oiga usted, amén. No me negarán que suena de maravilla esta música del reencuentro PSOE-PP en materia antiterrorista después del lamentable espectáculo que ambas fuerzas polìticas dieron a los ciudadanos en la pasada legislatura.

Antonio Casado.

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