Antonio Casado.- ¿"Rendicion" o "rearme"?

MADRID 18 Nov. (OTR/PRESS) -

De nuevo la interesada confusión verbal y conceptual que forma una nube tóxica de palabras sobre la no menos incierta operación montada por Zapatero para echar a ETA de nuestras vidas. La nueva manufactura trae la firma del secretario general del PP, Angel Acebes, aunque lo relevante de su identificación política es haber sido ministro del Interior y, por tanto, alto responsable de la lucha contra el terrorismo. Acebes acaba de poner en circulación una nueva forma de nombrar los tratos del Gobierno con ETA-Batasuna. Acebes ya habla de "proceso de rearme" de ETA.

Al loro, como dicen los colegas del barrio. Parece que el PP ha decidido arrinconar su muletilla anterior, "proceso de rendición", intercambiable con "proceso de claudicación", para adoptar esta nueva, "proceso de rearme", por entender que se acomoda mejor a la realidad. La realidad, por desgracia, nos da cuenta de un inquietante robo de armas cerca de Nimes, el aumento del terrorismo callejero y una amenaza explícita: si las cosas no van como esperan y desean los terroristas, "ETA responderá".

A lo que íbamos. El PP debe ser más riguroso en su enfoque, que desborda los límites de una discrepancia legítima con la política antiterrorista del Gobierno. Sobre todo si, como ya es evidente, esa crítica va a cargar con el mayor peso de la oferta electoral de Mariano Rajoy para las generales de 2008, o antes si hay descarrilamiento prematuro de la legislatura. Es una apuesta de alto riesgo. A falta de algo mejor para desequilibrar a Zapatero, el PP lo ha colocado en el centro de su discurso. Pero éste es muy forzado, como se demuestra al ver la facilidad con la que se pasa de un mensaje a otro diametralmente opuesto e incompatible. No es creíble pasar de la "rendición" al "rearme" en cinco minutos, salvo que se admita que lo primero era una insidia (personalmente creo que el segundo de los términos es más adecuado en estos momentos).

Todo esto nos lleva a constatar que el discurso del PP contra el llamado "proceso de paz" -"proceso de solución del conflicto", en el lenguaje de Batasuna-, carga con adherencias extrañas al propio pensamiento de Rajoy, que a veces parece rehén de una partitura ajena, en base a recursos dialécticos tales como la soflama, la insidia, la sospecha improbable, la mentira repetida, el juicio de intenciones o la personalización de todos los males en la figura del presidente.

Antonio Casado