Actualizado 18/11/2006 01:00

Antonio Jiménez.- Y ahora Galicia

MADRID 18 Nov. (OTR/PRESS) -

En la elite de dirigentes del PP por valía y futuro se encuentra el gallego Alberto Núñez Feijóo quien a poco que siga haciendo las cosas como hasta ahora, esto es, con sentido común y práctico, no es descabellado aventurar que en la próxima legislatura estará al frente de la Xunta tras recuperar el poder para el PP en las urnas. Tiene por delante el reto de afrontar desde la única oposición al gobierno social-nacionalista gallego la inevitable reforma del Estatuto de Galicia, pero sabe que nada de lo que el PP no desee que figure en el nuevo texto saldrá del Parlamento regional. Se ponga como se ponga Anxo Quintana o ceda cuanto quiera ceder Pérez Touriño ante su socio, la reforma del Estatuto gallego tiene que pasar por el cedazo de los populares y ,en ese sentido, resulta tranquilizador lo claras que tiene las ideas Núñez Feijoo para impedir que Galicia adopte como modelo el "Estatut" o que el nuevo Gobierno de la Xunta pretenda catalanizar la política gallega, como de hecho intenta hacer ya con el preocupante "acoso" al castellano en las escuelas.

Tras el encuentro que mantuvo con el presidente de la Xunta ,Pérez Touriño, algunos medios difundieron la impresión de que el líder de los populares gallegos había entrado también en la carrera "identitaria" de las "naciones" y "realidades nacionales" hasta el punto de advertirle Rajoy que si el Parlamento gallego acordaba definir a Galicia como "nación",el texto acabaría en el Tribunal Constitucional. No hará falta por que el propio Núñez Feijoo se ha encargado de aclarar que la única definición que los populares aceptarán para Galicia , en el preámbulo y en el articulado del nuevo texto, será la de "nacionalidad histórica " que ya figura, por cierto, en el Estatuto en vigor. Tampoco la lengua será objeto de discusión para los populares que no van a consentir innovaciones ni obligaciones sobre el uso del gallego. Hay una ley de normalización lingüística que entiende el conocimiento del gallego como un derecho y no como una obligación y así seguirá en el futuro.

La declaración de intenciones, no exenta de firmeza, que he escuchado personalmente de Alberto Núñez Feijóo en relación con el debate estatutario es lo suficientemente convincente como para pensar que los populares no van a participar en Galicia de esa obligada huida hacia delante en la que se ha embarcado el PSOE con los nacionalistas ,allí donde gobiernan juntos, a cambio de poder.

Antonio Jiménez.

Contenido patrocinado