Actualizado 28/09/2007 02:00

Antonio Jiménez.- Otra de gambas

MADRID 28 Sep. (OTR/PRESS) -

La vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega tiene fama, merecida o no, de hacendosa y de echarle horas a su cometido. De la Vega es la chica para todo del equipo de ZP que lo mismo sirve para un roto en inmigración que para un descosido en vivienda; conocido es , sin embargo, el refrán castellano del que mucho abarca poco aprieta y ocurre que a la numero dos del Gobierno la multiplicidad y diversidad de los asuntos que abarca terminan por ofuscarla. La vicepresidenta hace como que responde a todo lo que se le pregunta pero, en realidad, si se presta atención a sus peroratas no responde a nada en concreto.

Acebes y Zaplana, como Hernández y Fernández hacen con Tintin, la sacan de quicio los miércoles en el Congreso y resulta provocador que, conociendo de antemano las preguntas que le van a formular, no tenga un escribano "monclovita que le redacte las respuestas con un estilo mas depurado y versallesco y, sobre todo, acordes con la interpelación formulada en vez de seguir el esquema habitual de contestar "manzanas traigo" cada vez que se le pregunta "a donde va o por la hora".

Las sesiones de control al Ejecutivo de los miércoles se han convertido esta legislatura con Fernández de la Vega en un dialogo de sordos aderezado por la retahíla de descalificaciones que dedica a sus oponentes populares . Cuando hay ayuntamientos ,incluidos algunos gobernados por socialistas, que no cumplen la reciente sentencia del Tribunal Supremo sobre el izado y presencia de la bandera de España, nada es mas indicado en democracia que los dirigentes del único partido que ejerce de oposición entre la nutrida claque gubernamental que puebla el hemiciclo, exija al Ejecutivo menos pasividad y mas firmeza. Cosa que no debe entender bien Fernández de la Vega dado el tono desabrido de la respuesta y el contenido de la misma extraído aparentemente de alguno de los manuales de "buenismo" que suele utilizar su jefe.

Solo así puede entenderse que la vicepresidenta del Gobierno diga que la ley no hay que imponerla a quienes la incumplen sino convencerles de que la acaten. Será muy interesante que los inspectores de hacienda , guardias de trafico, policías , jueces etc.., tomen nota de la opinión que la vicepresidenta tiene del cumplimiento de la legalidad vigente con el fin de que lejos de imponerla bajo multas o privaciones de libertad se dediquen a convencer a los infractores y delincuentes de sus incívicas acciones y actividades con palmaditas en la espalda. Item más como, según De la Vega, las banderas no están para confrontar o dividir sino para unir , quienes no deseen que la enseña de España ondee en sus ayuntamiento, antes que obligarles según exige la ley y pelearse por ello , lo mejor será mirar a otro lado y pedir otra de gambas. Nadie podrá cuestionar que tenemos un Gobierno "Alicia" en estado puro. ¡Qué maravilla!

Antonio Jiménez.

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