MADRID 19 Dic. (OTR/PRESS) -
Siguen aflorando verdades a medias y cintas de vídeo como expresión del tenso y agrio debate político en el que estamos inmersos. El aliento electoral de los comicios de mayo se nota demasiado en el cogote de quienes diseñan las estrategias de desgaste político del adversario. He visto y oído a Joaquín Merino, ese señor sevillano que sentado en su sillita de ruedas con un niño y portando una bandera de España, mientras era empujado cerca de las víctimas que encabezaban la multitudinaria manifestación de la Asociación de Victimas del Terrorismo, AVT, el uno de octubre en Sevilla, se ha convertido contra su voluntad en el inopinado protagonista del penúltimo vídeo que circula por la red sobre la presunta y vergonzante manipulación que el PP y la AVT hacen de las víctimas.
Aunque Joaquín Merino no se pasó nunca por una víctima del terrorismo durante la manifestación ,- "yo no soy víctima, soy cojo" le aclaró a alguien que se solidarizó con él y así lo confesó ante el micrófono de la televisión-, y reconoció que su asistencia a la misma sentado en su silla de ruedas , pero apartado de las víctimas, estaba mas que justificado por la cojera que sufre a consecuencia de la poliomielitis, no ha podido evitar que su caso haya sido aireado como expresión fidedigna de la supuesta inmoralidad política de un partido y una asociación.
Alguien de Umbrete ,localidad sevillana donde reside Joaquín, creyó haber cazado al "impostor" reconociéndolo en las imágenes de televisión, y que había descubierto el montaje de la AVT y el PP, cuando la realidad es que Merino acudió a la manifestación en representación de sí mismo: un ciudadano más que no está de acuerdo con la negociación del Gobierno con ETA, solidario con las víctimas, y que debido a una evidente y acusada cojera causada por la "polio" participó sentado en su sillita de ruedas para no cansarse durante los cinco kilómetros del recorrido.
No hubo falseamiento, ni falsificación, pero no evitó que Blanco y Lopez Garrido saltaran a la yugular de la AVT y del PP en la creencia o no , todo vale, de que habían mordido carne, y el tiro les ha salido por la culata. Definitivamente tragicómico.
Y no vale todo, no, y mucho menos cuando se juega con los sentimientos de miles de personas que directa o indirectamente sufrieron el terrorismo y están dispuestas a echarse a la calle tantas veces como sean necesarias para clamar contra quienes pretenden sacar adelante el "proceso" como sea; incluso absolviendo a uno de los mayores asesinos de ETA, Ignacio de Juana Chaos, como sugiere de forma obscena e indecente esa magistrada del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco apellidada Biurrun.
Antonio Jiménez.