Publicado 02/11/2016 08:00

Carmen Tomás.- Lo que funciona, no se toca

MADRID 2 Nov. (OTR/PRESS) -

A unas horas de que Mariano Rajoy dé a conocer su nuevo gobierno, las tareas se agolpan. España no sólo tiene que trasponer más de 60 directivas europeas, nombrar bastantes embajadores y cubrir varias plazas de alto funcionario en organismos internacionales, sino que debe elaborar unos presupuestos, un plan de estabilidad y un techo de gasto. El sábado pasado, en su breve discurso de investidura, Rajoy dejó bastante claro que las medidas de política económica y las reformas que han logrado cambiar por completo la marcha de la economía española no se tocan. Y es lógico. Lo que hay que hacer es más reformas y tomar más y nuevas decisiones que acaben de enderezar el rumbo. Hay asuntos importantes pendientes como qué hacer con el sistema público de pensiones que presenta un déficit abultadísimo y que difícilmente se corregirá exclusivamente con más empleo, aunque llegáramos a los 20 millones de cotizantes.

Negar, a estas alturas, los beneficios de la reforma laboral o el crecimiento de la economía y del empleo, o la caída en picado de la prima de riesgo o el aumento del superávit exterior, es sencillamente de necios. Los informes de los expertos y de las agencias de calificación hace ya tiempo que han vuelto a confiar en España y de hecho muchas inversiones estaban esperando la salida del bloqueo político y empezarán a fluir. Además, la bolsa ha cerrado octubre con una ganancia superior al 4 por ciento y el turismo no cesa de llegar a nuestro país. Claro, que hay que mirar la evolución del precio del petróleo y de los tipos de interés. Por ello, el gobierno de los elegidos mañana jueves no podrá perder ni un minuto más y precisamente aprovechar el concurso del mayor número de diputados para que pueda abordar cuanto antes las ya ineludibles reformas, que terminen de modernizar nuestro sistema productivo y educativo.

Ya hemos recibido varios avisos de Bruselas y parece que nos dan noviembre como último margen para presentar unas cuentas con el déficit ajustado a los compromisos. Ya sabemos que habrá que sacar 5.500 millones de euros de rebajar el gasto o de subir los impuestos. Va a haber debate y probablemente será agrio. Pero, habrá de ser corto y no me cabe duda de que el gobierno encontrará socios para no tomar decisiones que penalicen el empleo. No hay que olvidar que aún la tasa de paro afecta al 18,9 por ciento de la población activa.

Contenido patrocinado

Foto del autor

Carmen Tomás

Verifactu: una chapuza anunciada

Foto del autor

Julia Navarro

No nos olvidemos de Ucrania

Foto del autor

Fermín Bocos

Moción de censura: el que pierde gana

Foto del autor

Antonio Casado

¿Cuándo se jodió el PSOE?