Carmen Tomás.- Desde el parqué.- Mal arranque

MADRID 6 Ene. (OTR/PRESS) -

La bolsa española ha tenido uno de los peores inicios de año. Dicen las estadísticas que desde el 2000, en que el IBEX se dejó en la primera semana más de un 4,5 por ciento. En este arranque de 2008, el selectivo español, se ha dejado prácticamente un 4 por ciento y en tres sesiones. No es algo que haya ocurrido solo en España. También las principales bolsas del resto de Europa e incluso los índices norteamericanos han cerrado la semana con caídas. El dato que principalmente produjo el pánico entre los inversores fue el paro registrado en Estados Unidos. El desempleo subió un 5 por ciento, su nivel más alto desde 2005. También el ISM manufacturero registró la mayor caída desde 2001 y el precio del petróleo se ha ido hasta los 100 dólares, nivel nunca visto. Tampoco en España, los datos macroeconómicos llaman precisamente al optimismo. La jornada del jueves pasa de auténtico color negro para el Gobierno. Los datos negativos se sucedían y no dieron un respiro en todo el día. Se confirma que la inflación sigue subiendo, sobre todo los productos básicos de la cesta de la compra; también paro por tercer mes consecutivo subió el paro por la paralización de la construcción. En diciembre el 92 por ciento de los parados fueron de ese sector motor de la economía. Pero es que además, caía a plomo el índice de la confianza de los consumidores que elabora el ICO, uniéndose en este sentido a lo ya expuesto hace unos días en la encuesta del CIS, en la que el paro, la vivienda y la situación económica se convertían en las tres principales preocupaciones de los españoles. En todo caso, y como señalan los expertos, la tendencia a la baja registrada por el IBEX no es nueva de este año. Ya en los últimos días de 2007, el índice empezó a perder puntos, apuntando una tendencia que ahora se consolida. En nuestro país además tenemos el problema propio del sector ligado al ladrillo. Las empresas del sector no levantan cabeza y un día sí y otro también son protagonistas. Lo sabido estos días sobre Colonial no parece que vaya a ser un caso aislado ni mucho menos, aunque el Gobierno, metido a bombero, asegure que no habrá contagio a otras empresas. Habrá por tanto que estar muy atentos en los próximos días a la evolución de este sector y en general de toda la bolsa. Bancos y ladrillo seguirán penalizados, porque el camino de la liquidez no se despeja y los problemas van creciendo. Las oscilaciones del índice van a ser mínimos y va a producirse mucha volatilidad. Serán malos días para la impaciencia, porque el sentimiento seguirá siendo negativo.

Carmen Tomás