Actualizado 28/05/2013 14:00

Cayetano González.- Otra pantomima

MADRID 28 May. (OTR/PRESS) -

El palacio donostiarra de Aiete -aquel en el que durante bastantes años veraneó Franco- ha cobijado este lunes una nueva reunión de mediadores y expertos internacionales en resolución de conflictos al objeto de impulsar nuevas medidas que faciliten la desaparición total de la banda terrorista ETA. Así enunciado, el propósito de los participantes en esta reunión parece loable, si no fuera porque su simple celebración supone una afrenta para los ciudadanos españoles que durante mas de cincuenta años han tenido que sufrir la barbarie del terrorismo etarra.

De entrada, aquí no hay ni ha habido ningún "conflicto", por lo que sobran los supuestos mediadores y expertos en esa materia. Aquí lo que ha habido es una banda terrorista que ha asesinado a lo largo de sus 57 años de macabra existencia a un total de 857 personas, todas inocentes. Y ha asesinado para conseguir con la violencia la independencia del País Vasco y la instauración de la República Socialista de Euskadi. Aquí no ha habido dos bandos enfrentados. Ha habido unos asesinos y unas víctimas de esos crímenes.

Por otra parte, España, que se sepa, goza desde hace treinta y cinco años de una democracia, con todas las imperfecciones que se quieran, que tiene unos instrumentos legales para luchar contra esa lacra del terrorismo, sin que se necesiten las opiniones o recomendaciones de supuestos mediadores internacionales como si esto fuera una república bananera. La denominada "internacionalización del conflicto" ha sido siempre una vieja aspiración de ETA, del mundo de la izquierda abertzale, encantados de que se proyecte una imagen de la democracia española y de la propia España como un País opresor del pueblo vasco.

A esa "internacionalización del conflicto" que persigue ETA contribuyó de manera decisiva el ex -Presidente Zapatero cuando en su primera legislatura llevó al Parlamento Europeo el debate sobre el denominado "proceso de paz" que no fue otra cosa que un "proceso de negociación política" que su Gobierno mantuvo con la banda terrorista ETA a partir del año 2005. Y fue el Gobierno de Zapatero y del PSOE, en connivencia con el PNV, los que impulsaron en octubre de 2011 la celebración de la primera Conferencia de Aiete, una pantomima para facilitar el que ETA declarara unos días mas tarde un "alto el fuego definitivo". Pasados dieciocho meses de aquel anuncio, ETA ni se ha disuelto, ni ha entregado las armas, ni ha pedido perdón a las víctimas por el daño causado. Para exigirle todo eso a ETA no hace falta la presencia en San Sebastián de esa pléyade de supuestos expertos y mediadores internacionales escenificando una nueva pantomima que ofende a los españoles y especialmente a las víctimas del terrorismo.

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