Charo Zarzalejos.- A la sombra de Miguelin.

MADRID 3 Sep. (OTR/PRESS) -

Las claves, o al menos parte de ellas, de la política nacional nos han llegado desde China. Allí a la sombra de Miguelín, el Presidente del Gobierno ha dejado caer de manera bien premeditada algunos mensajes que conviene retener en la memoria porque en ellos está la hoja de ruta del jefe del Ejecutivo que es, en definitiva, quien tiene la ultima palabra.

Si había alguna duda, que realmente no la había, sobre sus escarceos políticos con el PNV, ésta ha quedado clara y tajantemente despejada. No sólo quiere el acuerdo presupuestario, sino que en su plan está el establecer una relación más estable. Resulta que los nacionalistas vascos, oposición a Patxi López, son responsables y si no fuera porque ya se sabe que para ellos no hay más patria que Euskadi, también serian unos buenos patriotas y no como otros --es decir, el PP-- que al parecer en su estrategia está el vernos a todos rozando la hambruna.

A la sombra de Miguelín que como todos los bebés está a lo suyo, el Presidente ha vuelto a apostar claramente por Trinidad Jiménez frente a Tomás Gómez. Ayer mismo, el secretario general del PSM y los elegidos por zapatero para el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid nos brindaron una foto de sonrisa forzada. Tratan por todos los medios de mantener las formas y de hacer necesidad virtud, pero mucho cuidado con estas poses porque normalmente detrás de ellas se producen pellizcos de monja, esos que duelen aunque no se vean. Al Presidente se le suele acusar de ser un cortoplacista y es verdad que en muchas ocasiones su horizonte más lejano estaba en saltar el charco que tenía delante, pero no hay que descartar que ahora y en las cuestiones antes indicadas su posición sea algo más que pura táctica. Puede parecer esta sugerencia un tanto alambicada pero no descartable.

La pugna en el PSM se presenta muy seria y aunque Tomás Gómez está manteniendo el tipo con un temple digno de encomio, lo que sí es seguro es que estas primarias, por elegantes que sean, dejarán huella, crearan desconfianzas, grupos y grupitos. El riesgo solo lo conjuraría un triunfo electoral en absoluto garantizado.

Sin embargo es la decisión de pactar con el PNV la que tiene más recorrido y más consecuencias. A día de hoy y sin que todavía exista acuerdo alguno, el Gobierno vasco y su lehendakari son más débiles que hace tres meses. El PNV ha resurgido de sí mismo y es en la debilidad del Gobierno socialista de Madrid en donde Urkullu _que está gestionando muy bien a su organización_ encuentra su fortaleza. Y esto, qué le vamos a hacer, funciona como los vasos comunicantes. Si Urkullu aparece fuerte debilita al lehendakari y si a alguien debe cuidar y fortalecer el PSOE es a Patxi López. Como haya acuerdo PNV-PSOE, los nacionalistas arrasan en las municipales.

Además de política el Presidente ha hablado de la situación económica. Algunos indicadores han mejorado levemente, pero todo parece indicar que este mes de Agosto que se ha saldado con 60.000 parados más es la antesala de un cuatrimestre negro. Ayer mismo la vicepresidenta económica recordaba la importancia de tener presupuestos. Lo contrario, dice, sería un mensaje nefasto para los mercados. No le falta razón pero si a esto se le unen las reformas pendientes y la debilidad general de nuestra economía hubiera sido un gesto de grandeza y de audacia que a la sombra de Miguelin, el Presidente del Gobierno, atendiendo al interés nacional y la difícil situación económica hubiera enviado un mensaje al principal partido de la Oposición para juntos marcar una estrategia de fondo. En el intento de acuerdo ambas partes deberían ceder pero juntos suman más del ochenta por ciento de la voluntad popular expresada en las urnas.

¡Que sana audacia sería intentarlo¡. Pero no lo veremos. Es la hora de Urkullu que escrito lleva en su memoria "Patxi está donde no debe".