MADRID 27 Nov. (OTR/PRESS) -
Me parece que la guerra de cifras de la última manifestación de la Asociación de Víctimas del Terrorismo no merece más comentario que el desprecio, que forma de insultar a la gente y de reírse de la gente, cuanta zafiedad y cuanta miseria han acreditado esta vez los "contables" del Gobierno y de la oposición. El Gobierno fiando "su" éxito en ponerle sordina a la marcha y la oposición el "suyo" en ponerle altavoz; yo, mi, me conmigo... La frase más certera de la jornada la pronunció, en mi opinión, Irene Villa: "todos los partidos me han usado". Si a Zapatero y a Rajoy les quedase un poquito de vergüenza, que ya se ve que no, la inocencia traicionada de las víctimas - no cuantos votos les suma o les resta "usarlas" políticamente - es lo que tendría que quitarles el sueño
La división de las víctimas es el gran baldón de la actual Legislatura, y la culpa yo creo que es sobre todo de la prepotencia con que el presidente Rodríguez Zapatero está administrando el alto el fuego permanente de ETA, pero también de la soberbia de Rajoy. ¿Nunca debía Zapatero haberse "sentado" con ETA sin el PP? Nunca. Pero, es evidente que tenía y tiene el mismo derecho que sus antecesores a intentarlo, si como ellos creía que se daban las condiciones, con el respaldo, como ellos, del principal partido de la oposición
La prepotencia del actual presidente del Gobierno, en mi opinión, no le deja ver que sin el PP al "proceso" le fallan el motor y el corazón, el motor porque no es creíble ni para ETA, nada ni nadie le garantiza a la banda que un futuro gobierno popular cumpliría lo que ahora pudiera acordar con el actual gobierno socialista, y el corazón porque sin el PP y el PSOE juntos la división de las víctimas es inevitable, sin los dos partidos que se turnan de hecho en el Gobierno de la Nación juntos la condición sine qua non de la paz con ETA, el perdón de las víctimas, es muy difícil de gestionar políticamente por muy dispuestas que estén la inmensa mayoría de ellas a título individual a la generosidad. La soberbia del actual líder de la oposición, en mi opinión, le impide aceptar que este presidente es tan legítimo como los anteriores y su derecho y su deber de intentar acabar con ETA idéntica. Por desgracia para todos y especialmente para las víctimas, la única diferencia entre este "proceso" y los demás es que, desde luego el Gobierno pero también el PP lo han convertido en arma arrojadiza electoral.
CONSUELO SANCHEZ VICENTE